Una cortina de terciopelo negro resguarda un tesoro para las y los amantes de los tragos con personalidad y lugares con estética bien cuidada en la Roma. Subiendo la escalera de Puerto Prendes, al entrar te recibe una atmósfera íntima, un salón privado decorado con destilados e iluminación tenue en cada mesa; después de todo las polillas son discretas, ¿no?
Aunque cuentan con seis elecciones de introducción, acertada elección de destilados nacionales, se pueden probar reversiones del negroni o martini con finas técnicas de coctelería, inspiradas todas en el apodo de Paola Álvarez, “Polilla”, la dueña de este bar.
Paola tuvo esta idea radical de operar un bar y tomar un espacio de hombres para hacerlo 100% femenino. Pensó que resignificar el mote de “oveja rebelde” de la familia sería una fórmula ganadora de la mano de Gabriela Lozada, de Bar Brujas, que le dio a la barra el banderazo de salida. La carta está inspirada en las polillas, su alimentación, su hábitat y la belleza que se encuentra en ellas, en lo diferente.
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Nosotras probamos Oria que usa Abasolo como base para integrar el toque de fresa y menta al Lillet blanc, bastante bien para empezar. Pedimos unas palomitas de pollo y humus para compartir de buen sabor, destacamos lo asequible del precio —por la zona– que es bastante decente.
Seguimos con una Bilienata que lleva Campari, Carpano Rosso y con mezcal de cacao, un trago firme. Notamos que la gente en las otras mesas disfrutaba la música y el ambiente, estilo speakeasy, libre de pretensiones. Desde que llegas hasta que presentan el trago en la mesa, estas mujeres saben lo que hacen y cómo hacerte sentir segura. Los miércoles se presentan actos emergentes de jazz y estilo art déco, que crean esa atmósfera de Gatsby o LP de Lana del Rey, ideal para una cita ganadora.
Cerramos la velada con el Annulet que, desde el garnish de higo hasta el jarabe, es una fusión revitalizante de vodka con Corajito y coldbrew, un trago fuerte con textura y personalidad, el que sin duda hubiera inspirado a Virginia Woolf a explicar en “La muerte de polilla”, qué significa ser y cuál es nuestro lugar en el universo. La polilla, al igual que las personas, busca su espacio y significado en el mundo. Este bar y Paola lo encontraron.