¡Que baile, que baile, al ritmo de la banda! Fue lo que escuché en cuanto llegué a este bailabar en Santa María la Ribera. Por fuera leí “desata tu lado salvaje” y supe que sería la noche en la que podría sacar mis mejores pasos de baile. Hay un económico cover de 80 pesos.
Sube las escaleras y te encontrarás en la comodidad de una iluminación tenue, un ambiente informal en donde reinan los toques africanos, como colores y materiales orgánicos, máscaras e incluso plantas. Todo el concepto te envuelve para lo que seguramente será una noche larga y divertidamente tropical.
Descubrí que el aura coqueta e inusual del lugar la llevaron también a la carta de cocteles. Encontrarás los tragos básicos con los destilados de cajón, como ron, vodka o whisky, y las cervezas para esos intermedios refrescantes, pero lo tribal está en los cocteles de la casa. Probé el osain con jugo de limón, puré de tamarindo y chocolate, mezcal espadín, ancho reyes (licor de chile ancho) y néctar de agave, fue mi favorito de la noche, un coctel picante y frío, igual muy atrevido y servido en un vaso tiki.
La comida en este bar es un mix y se agradece que puedas comer y renovar tu energía. Desde que pides el primer coctel la botana corre por cuenta de la casa; asegúrate de probar el panucho de cochinita pibil, el típico antojito de Yucatán de tortilla frita en manteca y perfeccionado con la carnita de cerdo en achiote.
Apenas terminé con la botana y se iluminó el centro de la pista, donde están los bambúes, luego sonaron las trompetas. Había llegado el momento de anunciar a Israel Valdez, ex vocalista de La Original Banda El Limón, quien comenzó con “El sinaloense” al ritmo de la tambora y el trombón. El bailongo y la actitud de fiesta fueroin creciendo y siguieron temas como “Mi razón de ser”, y por supuesto, “La llamada de mi ex”.
Los jueves son de rock y los viernes de ritmo tropical. Qué ventaja, Bakongo resultó el lugar idóneo para ir con las amigas más bailadoras.