Coronan a Handshake como el mejor bar de Norteamérica

El número 1 de este año, Handshake Speakeasy, es un referente en propuestas de coctelería tradicional y de autor envueltas en un entorno clásico y elegante. 

Cuentan las leyendas prehispánicas que el pulque (y, por consecuencia y más adelante, los destilados de agave) fueron descubiertos gracias a un rayo que cayó sobre una penca de maguey en plena floración, y que así se hizo la primera tatema. De esa leyenda proviene el nombre de este nuevo bar de coctelería en la Roma: Rayo, el lugar número 5 de Norteamérica. 

Acá se toman muy en serio aquella cuestión tan de moda de “crear experiencias”. La carta de Rayo se compone de cocteles de autor o signature y de otros clásicos, pero siempre con su toque. Una de las estrellas del lugar es el Zamora Spritz, que lleva su nombre en honor a la capital mundial de la fresa: Zamora, Michoacán. Va con tequila, Aperol, Cinzano Bianco, bitter de Angostura y, como garnitura, lleva una fresa falsa cubierta de chocolate blanco.

La renovada fascinación por la coctelería en México surgió con un nombre: Limantour, quienes quedaron en el lugar 9 de los 50 Best Bars de Norteamérica. Fue uno de los primeros bares en nuestra ciudad que decidió salirse de la vía y ofrecer una experiencia que se aleja de una simple barra con cocteles complejos, donde la ciencia de las bebidas llega a niveles insospechados. 

Tlecán llegó a la lista por la puerta grande en el puesto 10, su nombre significa lugar del fuego en náhuatl; vaya, la matriz del concepto radica en esta connotación a la cultura prehispánica. ¿Y qué sería de la historia mexicana sin sus destilados? Tienen mezcales de Oaxaca, Michoacán, Durango y Sonora. Los cocteles son tan particulares como su audiencia (o sea, hay diversidad), donde el old fashioned 175 es un trago corto de mucha personalidad con amaro y espadín, rematador con azúcar mascabado macerado.

Hace más de cien años, en la Roma, existía un café que se anunciaba como Café Europa, pero que era conocido por la comunidad literaria de la época como El Café de Nadie. Ayer este lugar ganó el puesto 17 de los 50 Best bars de Norteamérica. La columna vertebral de este proyecto es la música, curada por un grupo de djs que durante 10 años trabajaron en la selección de viniles que hoy funcionan como el eje sonoro del espacio. A veces, la música corre por cuenta de Café de Nadie, y en otras ocasiones tienen djs invitados. Pero, la mera verdad, si vas a Café de Nadie, lo imperdible es su carta de bebidas: vino francés, sake mexicano, una selección de fermentos como sidras y kombuchas —además del ya icónico martini perfecto.  

Baltra nunca nos falla y por eso ganó el lugar 26 de la lista. Pequeño, de menú corto y, digamos, “informal”, nos ha destanteado a más de uno con sus martes de martinis. 

Además de los cocteles de la carta, tienen algunos menús de temporada que suelen cambiar con frecuencia y que aparecen anotados en un pequeño pizarrón a la izquierda de la barra. Si tienes suerte, el día que vayas vas a encontrarte con su versión del clásico sazerac, que aquí se sirve con mezcal. 

En cada rincón hay joyas escondidas, y en la calle de Enrique Pestalozzi, ocupando la planta alta del restaurante japonés Deigo, está Kaito del Valle, el bar número 28 de Norteamérica. Un cocktail bar— o iazakaya, refiriéndose a una taberna en japonés—  íntimo pero con muy buen ambiente y música que te anima a comenzar la noche. La barra es el punto fundamental: equipada únicamente por bartenders mujeres.

Este bar, un categórico speakeasy con muchos seguidores en la CDMX, se llevó el puesto 42 del listado. 

En este bar hay cocteles con un conejito de chocolate, otros con azafrán y así, cada coctel y platillo son un momento por sí mismo, una experiencia y un protocolo especial. Sí, también hay un sistema para entrar (que no te de flojera). Hay que entrarle al juego y para eso te recomendamos buscarlos en su redes sociales; déjate seducir por este mundo de misterio y participar en el secreto que merece ser protegido.

En la vida hay oportunidades que uno no debe dejar pasar: todo coctel y todo bocado de Hanky Panky Cocktail Bar es una de esas.

Uno de nuestros consentidos en la Roma. Liderado por Gabriela Lozada (Hanky Panky, Pujol) y un grupo de muejres que trabaja coctelería contemporánea y de autor bajo la inspiración de los años 30 y 40, cuya fusión de ingredientes tiene un sentido juguetón en el paladar dependiendo del trago que elijas. Felicidades por el lugar 45 de los 50 Best Bars de Norteamérica.