Rockstar Comic: Spider-boy, el sensacional nuevo vecino arácnido

Eran los años 60s y los cómics protagonizados por sujetos con capas mallas y habilidades extraordinarias estaban más que establecidos y convencionalizados. Fue entonces que Marvel apareció para revolucionar los lineamientos convirtiéndoles en seres atormentados tipo Hulk, estigmatizados como los X-Men, o haciéndoles funcionar como una familia y quitándoles las identidades secretas, dígase Fantastic Four. Junto con ellos también llegó el que sería el más humano de todos, pues, obedeciendo a la eterna consigna de Stan Lee de que en sus creaciones los superpoderes eran tan importantes como la persona que los porta; tenia que enfrentar a temibles supervillanos y otras amenazas impensables, mientras lidiaba con las complicaciones y tragedias propias de la vida cotidiana y la familia. 

Por supuesto nos referimos a Spider-man, el primer superhéroe que a pesar de ser  adolescente actuaba sin la tutela de otro ya adulto, es decir, no era un sidekick como Robin o Bucky ni mucho menos. Amén de que a diferencia de lo que era usual en sus colegas, de apoco fue creciendo en edad para ir del entorno escolar al campo laboral y hasta el matrimonio. 

Te podría interesar más contenido del autor: Participa en este taller de cómics y novela gráfica

Como es lógico dada su popularidad y trascendencia, Spidey ha tenido diversas versiones, incluyendo una femenina y múltiples clones que fueron parte de una saga sumamente polémica. Sin embargo, salvo el futurista Spider-man 2099 que llegó a alcanzar el rango de figura de Culto, solo Miles Morales, reinterpretando la rasgos de culpa y responsabilidad propios del personaje, gracias a una frescura juvenil urbana y multicultural acorde a nuestros tiempos; ha logrado ponerse a la altura y ser la variante mejor lograda y la definitiva de la nueva generación. Aunque, ese es un estatus que ya no ostentará en solitario por mucho tiempo. 

Y es que el recién reintriducido Spider-boy, cuyas aventuras cuentan en los guiones con el siempre arriesgado Dan Slott, realmente le hace honor al nombre llevando el concepto a esa etapa preadolescente convulsionada por una mezcla de candidez e incertidumbre ante la inevitable pérdida de la inocencia, aquí precipitada por las manipulaciones genéticas de una científica demente; y aprovecha para que sus habilidades arácnidas que implican ciertas modificaciones en su cuerpo —entre ellas tener más de un par de ojos—, sean el detonador de temas como el de otredad y la incomprensión. 

Además está el sentimiento de soledad que le provoca a sus escasos 10 años de edad ser consiente de que había sido borrado de la realidad, por lo cual todos aquellos que eran sus amigos no lo recuerdan y se convierte en el niño nuevo del albergue en donde le dan refugio, amén de que como sucedió con Spider-man, tiene que lidiar con la actitud hostil de los ciudadanos que lo consideran un monstruo. 

Claro que el asunto no es tan dramático como suena, por el contrario, en sus andares que se reservan momentos conmovedores y emocionantes, la interacción con los coprotagonistas está matizada de irreverencia, y los crimínales que combate transitan entre la extravagancia y lo ridículamente divertido, como aquel al  que denominan “el ladrón de los bolos”, que ya por el apodo imaginarán de qué forma tiene la cabeza. 

Pero lo mejor es que todo lo anterior lo plasma en imágenes el talentoso Paco Medina, quien entrega un dinámico armado de secuencias donde las figuras con aire a cartoon a veces salen de los cuadros para apuntar toques de humor ligero, entre viñetas llenas de acción con perspectivas agudas que, cuando se trata de mostrar los cielos de Nueva York desde lo más alto de los rascacielos, se abren refrescantes y espectaculares, contando con la nostálgica calidez del coloreado trabajado por Edgar Delgado.

Así pues, denle la bienvenida al nuevo y amigable vecino, quien pese a tomar el rol de asistente de otros héroes arácnidos, tiene una historia suficientemente interesante y compleja para generar la identidad que le consiga un lugar propio entre los fans. Spider-boy llega a Mexico a través de tomos recopilatorios publicados por Panini, en los que se incluyen las portadas correspondientes realizadas por Humberto Ramos, cuyo estilo representa un antes y un después en los cómics de Spider-man, junto con las portadas alternativas de otros recibidos
artistas como Skottie Young.