Rockstar Comic: ROCKABILLY APOCALYPSE, DEL RING A CHUPASANGRE EN EL CÓMIC
Foto: Cortesía Masked Republic Comics
Foto: Cortesía Masked Republic Comics

Rockstar Comic: Rockabilly Apocalypse, del ring a chupansangre en el Cómic

Conoce la historia de un luchador que muchas veces se enfrentó a la fuerza de las criaturas absurdas y sobrenaturales

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El que fuera conocido durante sus inicios en los cuadriláteros mexicanos como el Vampiro Canadiense, no podría irrumpir en el mundo de las viñetasde manera más explosiva y congruente con el concepto del entretenimiento en el que se ha convertido, como lo hace en esta serie titulada Rockabilly Apocalipse

Y es que Michael Kingston -quien también ha escrito para el cómic de la WWE de Boom Studios- le hace protagonista de una historia que sin ser precisamente innovadora ni mucho menos, si logra trasladar al papel esa mística particular del insólito mundo de la lucha libre mexicana con todo y el culto que rinde a la identidad secreta que resguardan las máscaras, mezclada con el juego de luces del show del catch estadounidense, presentándose así como un músico trotamundos sin más nombre que el de Vampiro, una especie de mito urbano que transita llenando arenas y escenarios con su guitarra impulsando fugaces momentos de rítmicas descargas rockeras, perdiéndose luego de cada concierto en la bruma nocturna de las carreteras, acompañado por una chica enmascarada y cargando con un pasado consumido por el misterio, muy en la línea de los personajes de los 90s.

Rockstar Comic: ROCKABILLY APOCALYPSE, DEL RING A CHUPASANGRE EN EL CÓMIC
Foto: Cortesía Masked Republic Comics

Pero eso no es todo, la trama que lo lleva a enfrentar el apocalipsis, y de paso cruzar su camino con un fan y podcastero que en contraste representa el punto de vista del ciudadano común que de buenas a primeras es arrancado de lo mundano para sumergirlo en lo sobrenatural, también se alimenta de la estética paupérrima de las producciones de cine serie B donde el terror raya en el absurdo y el humor negro hasta convertirse en un concepto, mientras se desarrollan combates con demoniacos magnates de la tecnología, engendros impensables y hasta violentas monjas en motocicleta.     

Todo plasmado por la estilizada irreverencia del también tatuador conocido como el  “Terrorifico Dr. Napalm”, en ilustraciones de aire retro con trazos y colorido tipo cartoon, permitiendo que las figuras trasgredan los márgenes de los cuadros que a veces se convierten en las pantallas de los dispositivos reflejando el mundo digital en el que hoy vivimos, con juegos de perspectivas empujando el dinamismo entre plásticas onomatopeyas. 


Se trata de un divertido delirio musical en papel lleno de acción y con las necesarias dosis de sangre, que se viste con lo espeluznante y la comedia siguiendo la tradición del Grindhouse, mientras el rugido del Pontiac Bonneville 1955 que le sirve de transporte al Vampiro, surca imparable entre explosiones. Su publicación es bajo el auspicio de Masked Republic, sello que se luce con espectaculares portadas alternativas realizadas por artistas como el célebre Rafael Gallur, Julio Guerra y Diego Simone

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