Al encontrarse con el cómic de Invincible resulta evidente que la premisa no es precisamente lo más original del mundo, que además está protagonizada por personajes de inicio poco atractivos con nombres algo desangelados en su sátira, dígase Dupli-Kate o Atom Eve, cuya apariencia sumamente básica tampoco les ayuda mucho que digamos.
Sin embargo a la hora que al joven protagonista, el hijo quien es considerado el superhéroe más grande de la tierra y que ha sido llamado a seguir los pasos de su padre, le son reveladas las verdaderas razones de la llegada de este a nuestro planeta y la naturaleza de su estirpe extraterrestre, lo que se plantea como un reflejo de la "cotidianidad" súper heroica se retuerce de manera tan apabullante que atrapa al lector en una vorágine de zozobra constante, sorprendiendo cuando los artistas detrás de la propuesta se conectan por completo para ofrecer secuencias memorables.
Es entonces que se desata el adictivo estilo del guionista Robert Kirkman -creador de The Walking Edad- en su estado más puro, con acciones disfrazadas de monotonía que en realidad sólo acentúan y encarrilan las contundentes vueltas de tuerca que van por encima de la desconcertante e irresistible empatía ya generada en ese punto por los personajes, trastocando arquetipos aparentemente claros para elaborar un ácido discurso sobre la paternidad hasta alcanzar una inesperada y brutal complejidad, mientras dicha transgresión reinterpreta los rasgos de moralidad en el concepto del superhéroe, rindiéndole al mismo tiempo un cariñoso homenaje a la ilusión que de origen generaba representando el ideal a alcanzar por el hombre, pero que hoy puede verse tan imperfecta como el.

A lo anterior hay que agregar pasajes sumamente ingeniosos que juegan con las convenciones del mundo de las viñetas, como cuando Invincible sale de la atmósfera y enfrenta las restricciones propias del espacio dando pie a un envolvente ejercicio de lenguaje con el silencio cobrando el protagonismo. Se trata pues de una obra adulta que atrapa sin demostrar nunca su intención de hacerlo, pero que una vez que lo consigue, se descubre inteligente, punzante y muy entretenida. Se publica en México vía Editorial Kamite, y ya cuenta con una adaptación animada realizada por Prime Video, la cual resulta igualmente despiadada en lo visual y truculenta en su trama.