El Hombre Radioactivo Los Simpson
Foto: Cortesía Los Simpson
Foto: Cortesía Los Simpson

Rockstar Comic: El Hombre Radioactivo, el primer superhéroe de Los Simpson

Conoce el origen y aventuras de este superhéroe del universo Simpson de Matt Groening

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El lugar que se ha ganado el Hombre Radioactivo en la cultura popular no nada más tiene que ver con su función dentro de una de las series animadas más importantes de la historia, enfocada en satirizar el concepto de los superhéroes empezando por las convenciones básicas, como el absurdo que le sirve para ocultar el pedazo de metal en forma de rayo incrustado en su cabeza tras la transformación que le otorga habilidades extraordinarias, clara referencia a Superman, quien solo tiene que ponerse unos anteojos para ocultar su identidad; también se debe a que en la narrativa es un chiste dentro de otro chiste que impulsa la trama, como ya se apuntaba en aquel episodio de la segunda temporada de Los Simpson, titulado Tres hombres y una historieta

Se trata de un juego de metaficción que ya en ocasiones algo más recientes llevaron a otros niveles sacando al personaje del mundo de las viñetas y de paso a Tomy y Daly del de las caricaturas, haciéndole interactuar con los habitantes de Springfield para reírse de las películas sobre sujetos que vestidos con mallas y capa deambulan por las calles y las azoteas salvando gente, dígase el crossover impreso titulado Cuando los bongos colisionan

El Hombre Radioactivo Los Simpson
Foto: Cortesía Los Simpson

Sin embargo tal ejercicio ya lo habían implementado antes y de manera genial cuando bajo el sello Bongo lanzaron su propio cómic presentándolo tal cual si se tratara de una publicación de los años 50, época en la que se supone que dentro del universo Simpson apareció por primera vez.

En la portada, luciendo la fecha de noviembre de 1952, se anunció el origen del particular superhéroe e incluyeron tres pasajes cortos con el armado de las viñetas y los cuadros de diálogo emulando la crudeza del estilo gráfico de aquel entonces, y por sí fuera poco lo complementaron en contraportada con una sarcástica variante de los comerciales que hacía el otrora popular fisicoculturista Charles Atlas, reinterpretando irónicamente la técnica de entrenamiento físico que vendía. 

Sin embargo la parodia no se quedó en la cuestión estética y el formato, obra de Bill Morrison en complicidad de la colorista y coguionista Cindy Vance. En lo que se refiere al argumento escrito por Steve Vance, el cual enfrenta a nuestro protagonista con algunas conspiraciones militares y el típico científico perverso acompañado de gangsters y otros crimínales, ésta viene cargada de sorna sobre la paranoia alimentada por las posturas políticas e ideológicas que permeaba la sociedad norteamericana de postguerra a mediados del siglo pasado, el paternalismo propio de las autoridades, la tendencia conservadora de los productos de entretenimiento, el doble discurso y los prejuicios que en la realidad redundaron en la estigmatización y la censura con la infame Cacería de Brujas McCarthysta y el Comics Code Authority como los grandes supervillanos. 

Es por todos estos elementos que, lo que a final de cuentas no es otra cosa que un gran chiste al más puro estilo de Los Simpson, es considerado una pieza de colección. Misma que ahora, después de tres décadas de haber visto la luz, es traída a nuestro país por Editorial Kamite, quienes se han dado a la tarea de cuidar cada detalle de la edición, incluyendo la relieve en portada y el efecto de brillo en la oscuridad, sin duda resulta irresistible para fans de los cómics, de los superhéroes, y por supuesto de la célebre familia amarilla creada por Matt Groening

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