Muy pocas obras como esta han logrado reflejar el drama sobre el que se sustenta el emblemático personaje de Superman, con todos sus matices, anacronismos y las implicaciones de ser el representante por excelencia del concepto del superhéroe, ese que surgió como una proyección del ideal al que aspiraba el ser humano, tanto físicamente como en estatura moral, y al cual aquí le otorgan un nuevo sentido mientras le rinde homenaje.
Y es que esta historia escrita por Grant Morrison, que viene acompañada de las evocadoras ilustraciones llenas de luz y colores vibrantes realizadas por Frank Quitely –ambos artistas responsables del estupendo cómic AW3–, explora con seductora parsimonia los distintos matices de la soledad inherente al heroísmo, a través de quien como sobreviviente de un mundo extinto y afanado en proteger un planeta al que nunca pertenecerá por completo, al saber que pese a sus poderes extraordinarios está muriendo de forma acelerada, apuesta por una melancólica resignación para luego buscar darle utilidad a su estoicismo.
Quizás el único pero sea que su alter ego, es decir, Clark Kent, por momentos sea disminuido al extremo con su personalidad que raya en lo pusilánime y hasta en lo ridículo y sin el toque de humor que pudiera aligerar las situaciones. Sin embargo se trata de una obra maestra con un tratamiento adulto, y no porque tenga algún grado de violencia o por lo gráfico y oscuro que pudieran ser sus imágenes –nada más alejado de la realidad–, sino por la profundidad y agudeza con la que desde la perspectiva del superhéroe toca temas como la mentira en pro de causas mayores, la culpa consecuente y el sacrificio esperanzador, generando cuestionamientos en sus amigos, enemigos y familiares con respecto al paso del tiempo y el darse cuenta de que aquello que creíamos que siempre estaría ahí también habrá de perecer. Todo además, sin abandonar nunca el perfil de un producto de entretenimiento con sus respectivas secuencias de batalla, romanticismo cándido cortesía de Lois Lane, la irrupción de viajeros del futuro, y pasajes en universos extraordinarios por donde deambulan seres como Bizarro y Zibarro, permitiéndose sugestivos apuntes a los resabios de la naturaleza de lo que fue la civilización Kriptoniana.
Te podría interesar: Wolverine al estilo manga
Sin duda, All-Star Superman es un título ideal para que aquellos que solo seguían al personaje por las series y películas le descubran en el mundo de las viñetas, e irresistible para los fans a quienes les recordará por qué se enamoraron del también llamado Hombre del Mañana. La serie completa es traída por Editorial Panini en un solo tomo de estilizada presentación tipo boocklet, el cual incluye las bellas portadas originales que rescatan el espíritu de la era clásica de los cómics.
Si te gusta este tipo de contenido te recomendamos leer otros textos similares del autor