El punk no ha muerto. Si bien nació en Nueva York y Londres en los setenta, como un virus se extendió por todo el mundo y ha trascendido todas las épocas. Consciente de esto, el curador español David G. Torres diseñó una exposición que mostrará los vestigios de esta ideología en el arte contemporáneo. La muestra se inauguró con rotundo éxito en 2015 y se ha mostrado en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y el Centro de Arte 2 de Mayo. Ahora llega al epicentro de la contracultura en la CDMX: el Museo Universitario del Chopo.
Sobre el origen del proyecto, el curador nos comenta: “El punk se liga con otros movimientos radicales del siglo XX como el situacionismo o el dadaísmo, es un síntoma de la incomodidad que se atravesaba en esos tiempos, de ello habla Greil Marcus en su libro Rastros de carmín. Pero, a diferencia de sus antecedentes, el punk aparece en medio de la explosión de la cultura de masas y se aprovecha de ellos. Surge en la escena musical y en la televisión y eso le da una gran capacidad de contagio, sobre todo a los más jóvenes que enseguida se identifican, y al mismo tiempo hace que se expanda geográficamente con mucha velocidad. Ha trascendido porque si el punk es una manera de mostrar malestar, los motivos de inconformidad no han desparecido”.
Es una exposición ruidosa que además de una gran ambientación sonora se integra de dibujos, videos, recortes de periódicos, pinturas, esculturas, viniles, fotografía e instalación de más de 60 artistas de todo el mundo. “El proyecto pone de manifiesto que entre creadores de distintos lugares y lenguajes detectamos esa incomodidad punk como un motor común. Y, finalmente, surge de entender que estudiar dadaísmo y arte contemporáneo e ir a conciertos punk, post-punk, hardcore o no-wave por las noches es perfectamente coherente”, señala el investigador español.
La influencia del punk en la contracultura mexicana es notoria, no sólo en lugares como el Tianguis Cultural del Chopo, también en la obra de artistas como Jota Izquierdo, Enrique Jezik, Luis Felipe Ortega, Daniel Guzmán, Dr. Lakra, Yoshua Okón, Miguel Calderón, Guillermo Santamaría y Sarah Minter, de quienes verás obras durante este recorrido anárquico.
De artistas internacionales verás la película The Eternal Frame, de T.R. Uthco y Ant Farm (1975) en la que se recrea el asesinato de Kennedy. “Es importante porque en el filme se dan los elementos de crisis de la representación, de crisis política, referencia a magnicidio, muerte a los ídolos y humor característicos del punk”, explica el también crítico de arte. También verás fotografías del artista barcelonés Tres y piezas de Federico Solmi y Pepo Salazar.
“Hablar de arte contemporáneo es hablar de la filosofía Do it Yourself directamente. Es el territorio de la cultura más libre, en el que la única exigencia es tener algo que decir, a partir de ahí los medios pueden ser diversos y cada uno encuentra el suyo. Así que hablamos del DIY sobre todo como una muestra de la necesidad de decir algo, de mostrar la propia incomodidad, por encima del deseo de ser artista o lo que sea”, puntualiza Torres.
El punk no son sólo los alaridos de Johnny Rotten ni la moda de Vivienne Westwood, es ese grito de malestar por el mundo que nos rodea que seguirá resonando fuerte en el arte, en la música y en la vida misma.