Desde su fundación en 1986 como parte de la red de museos del INBA, el Museo Nacional de la Estampa ha sido un recinto dedicado a dos de las disciplinas de mayor arraigo en la cultura visual y artística de México: el grabado y la estampa.
Su acervo rebasa más de 12 mil piezas, entre las que se encuentran una gran parte de la riqueza del patrimonio artístico inscrito en el territorio disciplinario de la grafica, el grabado y la estampa, realizado en México desde finales del siglo XIX, a lo largo del XX y lo que va del XXI. Hay autores emblemáticos de la grafica mexicana como José Guadalupe Posada, Manilla, Leopoldo Méndez, José Clemente Orozco, Siqueiros, Tamayo, hasta artista representativos de otros movimientos estilísticos desde la ruptura, pasando por las obras de artistas contemporáneos de gran importancia como Demián Flores.
Las exhibiciones duran entre tres o cuatro meses con un vasto universo técnico que compone las muestras, el cual va desde lo tradicional como el grabado en metal, madera, linóleo, litografía y serigrafía, hasta técnicas que ya alcanzan las nuevas tecnologías como la cerografía o la lasergrafía.