Tras cinco años viviendo en la CDMX, creía que ya era una experta en Chapultepec: sé llegar al castillo, al Museo de Antropología, al Museo de Arte Moderno, al Museo Tamayo y al zoológico. Así que cuando me dijeron sobre el nuevo Museo de Sitio de Chapultepec surgieron muchas dudas en mi cabeza, pero probablemente la más importante era ¿Chapultepec de verdad necesita otro museo? La respuesta es sí. Este museo es único pues te cuenta la historia del bosque como un espacio que se ha transformado y creado a partir de las interacciones humanas que han tenido lugar ahí.
El recinto te recuerda que el bosque era un territorio sagrado para las culturas prehispánicas, en el que tuvieron presencia los toltecas, los teotihuacanos, los tepanecas y los mexicas, en torno a este se crearon leyendas al tiempo que se explotaban sus vastos recursos naturales, incluyendo uno de los acueductos más importantes para la población de Tenochtitlan. También te cuenta que el bosque fue cercado por las autoridades novohispanas para que fuera espacio de disfrute de los españoles, quienes aprovecharon su variedad en flora y fauna para caza y esparcimiento.
Es a partir de la independencia que el bosque adquiere aún más importancia, tanto para la historia del país como para la construcción espacial de la ciudad, ya que es escenario y testigo de los cambios políticos del país: cómo olvidar la hazaña de los niños héroes en 1847 ante la invasión estadounidense, o que el Castillo de Chapultepec se volvió residencia de Maximiliano de Habsburgo y Carlota durante el segundo imperio.
Conforme el bosque se convirtió en un área de esparcimiento para la población, también se fue desgastando hasta el punto de quedar casi abandonado. Y es entonces que llegamos al proyecto de recuperación de las tres secciones del bosque, que comenzó en 2004 y que ha logrado la remodelación de múltiples espacios que estaban sumamente descuidados, así como la adaptación y construcción de nuevos espacios que han convertido a las dos primeras secciones en un punto de confluencia para los capitalinos, así como escenario de actividades culturales, deportivas y recreativas que son ya tradición de la CDMX.
Además, este museo nos recuerda que el bosque es precisamente un espacio natural en el que tenemos la oportunidad de convivir con numerosos animales y plantas, muchos de los cuales son endémicos, cuya obligación de preservarlos es nuestra.
¿Qué es entonces el Museo de Sitio? Es una oda al bosque, que en dos espacios rehabilitados en la entrada del antiguo Colegio de Chapultepec, te recuerda la importancia de las más de 650 hectáreas del bosque, como uno de los pulmones de la ciudad, hábitat para numerosas especies animales y vegetales y punto de encuentro y esparcimiento para miles de personas.
Además de ser un espacio educativo, el Museo de Sitio también funge como Centro de Visitantes, ya que te muestra por completo la oferta de espacios dentro de las tres secciones del bosque. Con ayuda de los trabajadores y de sus pantallas interactivas, podrás armar recorridos únicos y personalizados, dependiendo de tus intereses, deseos y tiempo disponible, y lo mejor es que podrás enviarlo a tu correo para tenerlo disponible en tu dispositivo móvil durante tu jornada.
También cuentan con una tienda de souvenirs, en la que enuentras termos, libretas, plumas, lápices y stickers. Las ganancias son destinadas a mantener la conservación y rehabilitación de espacios en todas las secciones.
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