Museo de las Momias de Guanajuato

Se ubica al sur del Cerro Trozado, a un lado del panteón de Santa Paula. Para llegar desde el Centro de Guanajuato te recomiendo tomar el autobús que con el letrero que dice “M de momias” o subir en taxi. 

La historia del museo se remonta a 1865, cuando unos sepultureros exhumaron el cuerpo de una tumba que debía su manutención. Al sacar los restos se dieron cuenta que estaban momificados y tiempo después se percataron que no eran el único cadáver con esta característica. De boca en boca corrió la historia, por lo que la gente visitaba clandestinamente las catacumbas para conocer a las momias. Se desconoce la fecha exacta de la creación del Museo de las momias de Guanajuato, pero su auge llegó en los setenta, cuando el luchador El Santo grabó su película El Santo contra las momias de Guanajuato (1972). 

La primera sala del museo cuenta con una proyección en la que cuentan un poco de la historia del recinto, el cual deja mucho cabos sueltos, después tienes luz verde para recorrer las cuatro salas. Si bien las momias impactan, la museografía del lugar deja mucho que desear ya que la luz es muy baja y no hay fichas que refuercen la información del video. Recorrer el museo es totalmente incómodo por el calor infernal que hace dentro y la falta de organización de las personas que vuelve al recinto en el Metro de la CDMX en hora pico.

Lo que más impresiona son los bebés momificados, que descansan en vitrinas y una mujer embarazada, la cual se momificó junto a su hijo neonato. El Museo de las momias de Guanajuato es un lugar prescindible en tu visita a Guanajuato, y se vuelve una trampa para turistas ya que es decepcionante su descuido y su parecido más una casa de los espantos de feria