Esta construcción del siglo XVII es una de mis favoritas en Puebla, además de la Casa de Alfeñique que lamentablemente sufrió daños devastadores con el sismo del 19 de septiembre; por más que se repare y restaure, muchos acabados originales que simulaban confituras pasaron a la historia. Mientras tanto, la que fuera residencia de Natalia Serdán Alatriste se mantiene, y me llevó a pensar, que si también soportó tremenda tragedia, balacera, y gestación de la Revolución Mexicana en 1910, aún nos queda museo para rato.
No se trata de un museo más, sino de una parada que como mexicano te atañe. Además, histórica y culturalmente hablando es interesante conocer la historia horrida que sucedió en el nombre del antirreeleccionismo. En la fachada verás unas marcas profundas, producto de una balacera de más de tres horas que ocurrió el 18 de noviembre de 1910.
Los hermanos Serdán Alatriste: Aquiles, Natalia, Carmen y Máximo, son personajes históricos maderistas que enfrentaron por muchos años a Porfirio Díaz y su gobierno de reelección. Con el pretexto de una revisión por posesión de armas, el jefe de la policía de ese entonces recibió un disparo en la cabeza al intentar arrestar a Aquiles; comenzó la balacera, murió Máximo, Carmen resultó herida y Aquiles logró permanecer escondido durante un día con la intención de reencontrarse con los maderistas. Aquí puedes conocer el reducido espacio en donde sólo aguardó para ser asesinado después, además de presenciar la matanza del resto de su familia y simpatizantes. Este fue el lugar en donde inició la Revolución Mexicana.
Esta casa en la Calle de los Mártires permea su historia y conserva muchas reliquias de la época, como mobiliario, cocina y sus utensilios, recámaras, ropa y demás menesteres de la vida cotidiana que querrás fotografiar y recordar.
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