[image]
[title]Convertir ideas en trazos, esa es la tarea de Juan Palomino, ilustrador y filósofo que ha ganado varios certámenes como el Premio Internacional de Ilustración Feria de Bolonia-Fundación SM, en 2016.
Conocido por sus dibujos que hacen referencia al reino animal y la naturaleza, además de crear personajes para libros infantiles, Juan ha colaborado con editoriales como Progreso, Ediciones SM, Fondo de Cultura Económica, Ediciones Castillo y La Caja de Cerillos.
Palomino fue el elegido para crear la imagen gráfica del encuentro Libertad por el saber 2016, de El Colegio Nacional. Platicamos con él sobre este trabajo.
¿Cómo se dio la colaboración con El Colegio Nacional?
Pensar la muerte me pareció un encuentro muy interesante para dar aproximaciones multidisciplinarias sobre este tema. Por mis estudios en filosofía me interesa mucho la temática de la muerte. La relaciono con Platón, quien menciona que la filosofía es un pensamiento sobre la muerte. Es un tópico recurrente no sólo en mi trabajo como ilustrador, también en mis pensamientos.
¿Cómo llegaste a la ilustración final? ¿Cuáles fueron tus primeros trazos para llegar esta propuesta estética?
Hice un par de propuestas. Pensé en una persona sosteniendo un reloj de arena como símbolo de su propia finitud, y ese personaje lo mira mientras él mismo se ve como una calavera.
Después decidí ser más sintético y en un arrebato de desesperación de pronto dije: pensar es interrogarse, y llegué al signo de interrogación. De ahí salió, como sin preámbulo, la idea de crear una calavera con dos signos de interrogación. Me gustó más porque es un trabajo muy sintético, bonito a la vista y de una lectura inmediata.
Ilustración: Juan Palomino.
¿Por qué crees que la muerte es un tema tan relevante?
Es como el horizonte desde el cual pensamos, hacemos y creamos todo. Lo que es humano responde al hecho de que somos finitos y no queremos serlo. No podemos abrazar esa idea, por eso construimos cosas y por eso pensamos y valoramos como positivo lo permanente y lo duradero.
En la cultura mexicana es distintiva la forma en la que asimilamos la muerte, ¿Inspira todo este conocimiento milenario en tus ilustraciones?
Sí, aunque de una forma inconsciente. Por ejemplo, ahora que veo la ilustración final del encuentro veo colores que son demasiados prehispánicos. Me suele pasar que hago cosas en las que se puede ver de dónde vengo. Por otro lado, también hay una dimensión consciente porque abordo el tema prehispánico en los libros que he hecho. En todo lo mexicano hay una relación constante con la muerte. Tiene una connotación peculiar frente a otras culturas porque es como terrorífica pero también cotidiana y al menos en el México prehispánico estaba más relacionada con la idea de los ciclos y el cambio necesario.
Ilustración: Juan Palomino.
Dibujas sobre la naturaleza y también ilustras libros para niños. ¿Cómo relacionas todos estos temas?
Dibujo animales por dos razones, primero porque cuando era niño quería ser paleontólogo o biólogo y eran lo que más sabía dibujar, porque ni siquiera lo hacía como un acto creativo. Me gustaba la anatomía y era muy riguroso.
Por otro lado, y tal vez a raíz de eso, no me salen bien los humanos. Me cuesta mucho trabajo hacer un personaje hombre o mujer, entonces si algo puedo resolver con animales me parece más sencillo. Además de que el reino animal tiene connotaciones y expresa cosas simbólicas de forma más o menos universal.