Se dice que soñar es como adentrarse en un jardín. Formas, luces, patrones, ritmos. ¿Cómo te imaginas que sería estar en un sueño lúcido? Pues la actual exposición del Centro de Cultura Digital llamada Jardín Onírico busca eso precisamente, que sea como si te metieras en un sueño del que no quieras salir. Está llena de luces y patrones interesantes, creemos que tiene fallos pero es gratis. Te contamos todo lo que debes saber.
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¿De qué trata la exposición?
Bajo la estela de luz (mejor conocida como la Suavicrema) está el Centro de Cultura Digital (CCD). El lugar está enfocado en arte tecnológico, vanguardia de ciencia y humanidades y más. Por su parte, Jardín Onírico nos pareció… vistosa. Las luces de las escaleras al sótano advierten lo que se avecina: instalaciones de luces RGB de techo a piso y algunas esculturas de dodecaedro en el suelo.
El sonido también forma parte de la experiencia. Música que recuerda a los bits de las computadoras acompaña el ritmo de movimiento de las luces. A su vez, en un cuarto aledaño, una tenue luz rosa vibra de forma suave. Es incluso relajante. Tampoco quisiéramos olvidar la rampa para subir el primer piso, que también te hace sentir como si entraras a otra dimensión por sus juegos de luces.
Lo que no nos gustó
No todo es maravilloso, pues quizá ya te habrás dado cuenta de que no hablamos mucho de sus mensajes. Son casi nulos. La instalación es visual, pero artísticamente carente. Es mejor solo decir que es un spot para fotos muy lindo y divertido.
Con sinceridad, hay experiencias de pago muy similares que presumen de ser inmersivas. La ventaja de Jardín Onírico es que no tiene costo alguno.
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