“Eres bien pinche intensa”, “¿por qué no te relajas?, “¡Cálmate un chingo!”, son tan solo algunas de las expresiones que miles de mujeres escuchamos en nuestra vida cotidiana cuando sentimos o pensamos “demasiado”. Son precisamente estas limitaciones las que Incendiarias busca reducir a cenizas en una hoguera incandescente.
Abrasar con las llamas de la sororidad a toda aquella mujer que necesite amparo, empoderar a la hermana rezagada y fortalecer pequeñas marcas encabezadas por mujeres, a través de un punto de venta físico, son los loables objetivos de este nuevo centro cultural feminista.
Con miras a convertirse en el nuevo espacio referente del feminismo, Incendiarias tiene una curiosa historia de origen. Basta con remontarnos algunos años atrás, al momento en que Regina Gómez abrió la cuenta de Instagram @mujeresincendiarias_. En este perfil, a través de una poderosa curaduría, comparte contenido a favor del feminismo; desde memes y branded content, hasta la difusión de talleres feministas impartidos por ella misma, acompañada de su abuela.
Mujeres de distintas partes del mundo comenzaron a sentirse identificadas en su pensar, tanto así que tras un word of mouth efectivo, @mujeresincendiarias_ logró tener un excelente alcance; los talleres online impartidos por Regina, en casa de su abuelita, fueron ¡todo un hit! Sin embargo, esto ya no fue suficiente. Un like nunca va a reemplazar un abrazo y un comment jamás poseerá la calidez de unas palabras de aliento.
Así nace la idea de tomar esta plataforma virtual y establecerla en un espacio físico hecho por y para mujeres. Gracias a su amiga Irene Pedrós, finalmente se concretó dicha intención y los resultados no podrían ser mejores: un pequeño y encantador centro cultural.
Éste se divide en dos espacios. El primero es una concept store con más de 30 marcas creadas por mujeres —ilustraciones, fotografías, vestimenta, accesorios y libros—, de las que destacan los llamativos collages de Giselle Dessavre, los flamantes Abanicos Bretos y las hermosas cestas artesanales tejidas con palma de Proyecto Rufina. Además ofrece libros de editoriales y distribuidoras como Muchos libros, Bajo tierra ediciones, Mala fanzine y La belleza de lo efímero. El segundo es un espacio donde se imparten talleres, proyecciones y performances que tienen como eje rector el feminismo. En octubre, por ejemplo, realizaron círculos de reflexión acerca de la despenalización del aborto y también un taller de teorías feministas.
Así, Mujeres Incendiarias lleva el feminismo a la parte individual y también a cada esfera que nos rodea. Asimismo, busca consolidarse como una red de y para mujeres, donde puedan compartir conocimientos que se nos han expropiado y ofrecer un punto de encuentro libre de prejuicios y abierto para compartir las vivencias propias. Incendirias se siente como un paso sólido para incendiarlo todo; para que cada vez sean más los espacios dedicados a las mujeres y sus historias.
Por Pamela Fink y Melissa Perea
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