Buena parte de la labor de los museos consiste en divulgar el trabajo y obra de artistas no siempre tan reconocidos. Y es que amamos cuando traen a Monet o cuando hacen una revisión de Diego Rivera o del surrealismo, pero también amamos cuando nos presentan a artistas que pasan desapercibidos por las grandes audiencias. Si quieres descubrir y sorprenderte, creemos que no te debes perder la más reciente exposición del Museo del Palacio de Bellas Artes Francisco Castro Leñero. Una lógica de la belleza.
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¿Quién fue Francisco Castro Leñero?
La muestra nos va mostrando la trayectoria de Leñero, quien emergió en la escena artística a finales de los setentas, con una propuesta basada en patrones rectilíneos. Durante la apertura la curadora, Sylvia Navarrete, explicó cómo durante décadas fue en realidad ignorado por las instituciones museísticas del país, de hecho esta es la primera exposición en un museo de México en más de 27 años. Murió recientemente, en 2022.
¿Qué veremos en Una lógica de la belleza?
Una lógica de la belleza despliega más de 60 obras provenientes tanto de colecciones particulares (17 en total) como de algunas institucionales (el Museo Jumex y el Amparo son algunas de ellas), y se aborda desde cuatro núcleos temáticos: Resumen de una trayectoria; Materia, madera y damas: 1980-2000; Desfases, vibraciones y curvas: 2000-2021 y Los papeles del maestro. Están divididas en las cuatro salas principales del Museo del Palacio de Bellas Artes, en el segundo piso.
Cada uno de lus núcleos funciona para describir una parte de su vida profesional y de su sensibilidad como artista. Notamos que al inicio el color está muy poco presente, y son las formas con líneas rectas las que dominan, mientras que al avanzar no solo vemos más curvas, si no variedad de materiales, técnicas y colores.
Vemos desde pinturas de acrílico a algunas hechas con textiles, esculturas de madera, bocetos y hasta poemas. Muchas están en gran formato, pero la más grande de todas se ubica en la última sala, una pieza de más de 3 metros de largo y uno y medio de alto que no pasará desapercibida.
Francisco Castro Leñero creía que “La belleza depara la posibilidad de conmoverse”, y Una lógica de la belleza muestra su búsqueda de esa belleza, sin referentes explícitos en la vida cotidiana, una búsqueda en su estado más puro.
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