Después de haber anunciado en marzo un programa en línea para compartir un poco de arte a nuestras vidas, el inmenso trasatlántico concebido por Frank Gehry, el museo Fundación Louis Vuitton de París, nos deleita con una exitosa exposición virtual. Presentada del 3 de octubre de 2018 al 4 de enero de 2019, la impresionante retrospectiva de Jean-Michel Basquiat hace un recorrido por su carrera, desde sus inicios y su periodo de gloria, hasta su muerte repentina a causa de una sobredosis en 1988.
Más que un ícono, Basquiat es un verdadero colorista que ofrece una pintura lo mismo sentimental que violenta. Distribuida en cuatro niveles, la exposición desarrolla las diferentes temáticas exploradas por el artista durante el transcurso de su muy corta carrera a través de más de 120 piezas.
Desde su periodo de artista urbano como SAMO (por same old shit, “siempre la misma mierda”) hasta su fascinación por la religión y la muerte, cada sala nos sumerge en el universo de tortura e ingenuidad de Basquiat gracias a una cantidad increíble de préstamos de obra. Una intervención impecable —bastante extraña como para no notarse— y una colocación minimalista de las piezas nos permiten disfrutar demasiado todas las obras maestras exhibidas.
Al revisitar sus bases con los lienzos clásicos, como su portarretrato acompañado de su colega Andy (Dos cabezas, 1982), descubrimos también pinturas inéditas que pertenecen a colecciones privadas. Una mención especial a Heads (1981-1982), tríptico de vanidad mostrado por primera vez al público, que distinguimos desde el comienzo de la exposición y que nos asesta el primer golpe de una extensa serie. En una palabra: espectacular.
El recorrido está disponible aquí.
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