1. Espiral para sueños compartidos
    Foto: Alejandra Carbajal
  2. Espiral para sueños compartidos, Carolina Caycedo
    Foto: Alejandra Carbajal
  3. Espiral para sueños compartidos, Carolina Caycedo
    Foto: Alejandra Carbajal
  4. Espiral para sueños compartidos, Carolina Caycedo
    Foto: Alejandra Carbajal

Reseña

Espiral para sueños compartidos

4 de 5 estrellas
Una instalación en el Museo Universitario del Chopo hecha con redes de pescar
  • Arte, Instalación
  • Crítica de Time Out
Publicidad

Time Out dice

La artista conceptual radicada en Los Ángeles, Carolina Caycedo, quien propone una reflexión profunda acerca de la afectación a los entornos naturales, en este caso apunta al intento, a veces logrado, de privatizar el agua y todas consecuencias que esto ha implicado. Las motivaciones de la autora de formación colombiana tienen que ver con una intensión que ha perseguido desde 2002, a raíz del colapso de los ecosistemas, las afectaciones a las economías locales y la consecuente crisis ambiental.

Espiral para sueños compartidos es parte de un trabajo surgido en 2012 llamado Be Dammed o Represa-Represión (en español), que examina cómo grandes infraestructuras afectan los cuerpos de agua, pero a decir de la artista, también los cuerpos que cohabitan los del agua; las comunidades de pescadoras, los campesinos… las formas de vida en toda la extensión de la palabra.

La obra consiste en trece redes artesanales colgadas en el atrio del recinto, organizadas por tamaño y construidas en espiral (en referencia a los ciclos). Los tejidos fueron realizados por comunidades de mujeres y hombres de Oaxaca, Nayarit y Baja California Sur, que le imprimieron distintos estilos y colores, por lo que fue una obra colaborativa en todos los sentidos. Se trata, según la autora, de una metáfora acerca de la manera expansiva y siempre cambiante de las redes sociales y acciones comunitarias que se entrelazan. Es, asimismo, una acción que señala de forma estética las consecuencias que ha generado la industria hidroeléctrica y su violento impacto al entorno natural y social.

El proceso de construcción de la instalación implicó un largo viaje, pues implicó un diálogo y trabajo comunitario, y paralelamente la construcción de redes de afecto. La artista se acercó con varias organizaciones de distintos países que son afectadas por los problemas de privatización a entornos de pesca artesanal. En el caso de México, se retomó el conocimiento del tejido heredado de los antepasados. El trabajo con redes tuvo como propósito hacer patente la actividad de las y los pescadores. Es el símbolo de la soberanía alimentaria de cada región y sus autonomías.

Recomendado: Los afectos de Monsiváis en dos exposiciones

Detalles

Dirección
Precio
$40
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar