Peter Paul Rubens se encuentra en espíritu en la obra El martirio de San Andrés (1639) que recientemente llegó de visita al Museo Nacional de Arte desde la Fundación Carlos de Amberes de Madrid, España.
Rubens fue un artista de origen germano considerado uno de los más importantes pintores barrocos de la escuela flamenca. Aunque sus estudios se centraron en el estilo clásico, se logró colocar como un artista parteaguas creando un estilo propio que otros más tarde tomarían como influencia para el resto del barroco.
Gracias a su maestría, fue uno de los más solicitados de la primera mitad del siglo XVII y trató temas como historia, religión, escenas de caza, retratos y mitología; fue tan prolífico que aún se conservan mil quinientos cuadros de él. aproximadamente. En el martirio de San Andrés encontrarás una típica escena barroca con rostros llenos de expresión: dolor, pena y angustia. Observa detenidamente los detalles en los personajes, pues Rubens era un maestro del dramatismo.
La leyenda dorada narra cómo después de predicar el cristianismo, San Andrés es crucificado y abandonado para morir. Sin embargo, el bienaventurado no se rindió y siguió predicando desde su martirio.
El cuadro te narra el clímax de la muerte del protagonista, quien aceptó su destino a pesar de haberse podido liberar de él pues el procónsul (gobernante) se enfrentó a un levantamiento debido a la popularidad del Santo.
No importa si eres creyente o no, las obras del pasado pueden ser apreciadas desde distintos puntos de vista, ya sea por la grandiosa técnica del artista o por las grandes historias que cuentan que aun alejadas de la fe cristiana muestran valores universales como la templanza, la piedad y la fortaleza, es por eso que siglos después siguen motivando al público a visitarlas.
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