De los exponentes del relato surrealista mexicano destacan, por ejemplo, Leonora Carrigton o Remedios Varo. Sin embargo, la corriente artística guarda a personajes del mismo contingente exiliados como Wolfgang Paalen. El artista austriaco fue residente en México durante distintos momentos de su carrera, siendo el último período —de 1939 a 1948— el más significativo por su contribución a la ruptura del nacionalismo en las artes.
En su interés por reformular el movimiento surrealista, Paalen apuntó su práctica hacia la reconciliación entre arte y ciencia, al tiempo que adhirió arte precolombino como pugna por contrarrestar el eurocentrismo.
Bajo la curaduría de Daniel Garza-Usabiaga, la exposición parte de esta década de producción e integra objetos artísticos que dan cuenta de los estudios antropológicos que Paalen realizó sobre culturas amerindias. Muestra de esto es la exhibición de herramientas, escudos, máscaras y figuras rituales de tribus Inuit, Tlingit y Haida, propiedad de Paalen que hoy forman parte de las colecciones del INAH.
Entre 1940 y 1941 fundó la revista DYN, con la que dio ruptura definitiva ante el grupo surrealista europeo liderado por André Breton. Los seis números publicados se integran en la muestra —entre los que destaca el Amerindian Number— acompañados por dibujos, óleos, acuarelas y piezas fotográficas de Miguel Covarrubias, Carlos Mérida, Manuel Álvarez Bravo, Alexander Calder y Eva Sulzer, principales colaboradores de la publicación.
Su planteamiento artístico, desde la antropología, coloca a Paalen como un artista experimental. Además de su práctica como coleccionista y editor, la muestra recorre su transición pictórica entre la figuración y la abstracción, soporte con el que exploró la imagen artística emancipada de agendas políticas. De su primera etapa plástica se muestra El toisón de oro, seguida por una serie de dibujos bajo la técnica conocida como fumage y pintura no figurativa como Migración de Yucatán.