Apreciar una obra no es solo ver la técnica y la estética, sino que debes tratar de ver más allá de lo evidente, como la visión o la inspiración que impulsó al autor. Sé que parece muy pretencioso, pero la experiencia en un museo se enriquece cuando te sientes identificado con el artista o al menos logras entender su intención; este ejercicio lo podrás vivir en la exposición El Gesto y la huella, en el Museo Nacional de la Estampa.
La muestra reúne 59 obras realizadas en los últimos cinco años por la artista y poeta Carmina Hernández, quien define la muestra como una “poesía visual”, ya que con cada obra buscó explorar el cuerpo humano y plasmarlo en diferentes posturas.
“El gesto y la huella es porque siento que es un trabajo muy primario, hecho con el cuerpo, mi cuerpo tal cual es. Siempre he creído que la xilografía es un acto de sacar, de descubrir, no de poner ni de ocultar; lo que es, es. Y por todo esto es como una huella, es el contacto con la vida”, comentó la artista, quien además es creadora de los talleres de sensibilización Lugar común de lo diferente, donde fomenta la creatividad, la diversidad y la inclusión de personas discapacitadas.
En esta exposición encontrarás xilografías, libros y bordados, por lo que su inspiración de la creadora fue explotada al máximo para presentarte diferentes perspectivas y hacer de tu experiencia más atractiva. Esto hace que pongas en práctica el ejercicio de apreciar una obra y disfrutar una muestra nada convencional.
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