David Medalla experimentó con muchos formatos pero una de las cosas que más lo caracterizó fue sin duda su militancia. Queer y siempre antifascista, Medalla proponia incomodidad en sus piezas, creía que el arte no era solo para el placer sino también para para confrontación, lo que tampoco lo detuvo de crear pinturas francamente encantadoras y esperanzadoras. Ahora el Museo Tamayo hace un estudio exhaustivo dedicado a este artista filipino y te contamos qué nos pareció En conversación con el cosmos.
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¿Vale la pena esta nueva exposición en el Tamayo?
Algo sin duda interesante de esta exposición es que no permite conocer a Medalla a través de noticias de la época, su trabajo se caracterizó por formas íntimas de intercambio entre colaboradores, amigos y amantes. Esto nos permite conocerle a través de los ojos de otros, pero sin perder de vista la propia mirada de Medalla.
Su obra es colorida y, a nuestra forma de ver, muy alegre. Más que enroscarse en lo salvaje y cruel del mundo, nos brinda una mirada optimista aún en la tragedia, una forma de entenderle muy interesante. Encontrarás escultura, bocetos, libros, máscaras y sí, también las pinturas que mencionamos.
Incluso se exhibe una obra audiovisual que tendría clasificación D en el cine, una pieza que se recomienda no vean menores de edad y que refleja la sinceridad pasional con la que Medalla vivía. Retoma los tropos del arte queer, buscando la libertad sexual.
¿Qué podemos concluir?
De forma general En conversación con el cosmos no es la clase de muestra espectacularmente vistosa a la que nos tiene ya tan acostumbrados las redes sociales, pero sí es un estudio logrado y sólido de un artista poco conocido, y recuperar el trabajo de esas personas, al final, debe ser la labor de un buen museo.
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