Caramel Huysmans

En sus piezas, Martín Soto Climent utiliza objetos cotidianos como persianas, revistas de fotografía, latas, medias, zapatillas o ropa interior femenina para desafiar la plasticidad y asignarles nuevos usos más allá de su fin práctico.

Formado como diseñador industrial, pero dedicado a la producción artística, Soto Climent ha expuesto en ciudades como Nueva York, Zúrich, Milán, París, Roma, Madrid y México, su ciudad natal. 

Actualmente presenta la muestra Caramel Huysmans en la galería Proyectos Monclova. La exposición se integra por cuadros de pequeño formato titulados Mar de espuma, que simulan ser pinturas, pero que en realidad son relieves o esculturas hechas con piel de animales.

La piel es ensamblada en los marcos para conformar, según sus palabras, “presentaciones hiperrealistas del cuerpo, con pliegues que sugieren órganos sexuales, ombligos u otras zonas, todas con una fuerte carga erótica”, menciona el artista.

Esta muestra es resultado de varios años de trabajo y reflexiones sobre distintas problemáticas de la vida contemporánea. “Todo el proyecto está concebido como capítulos y cada uno plantea una temática”, comenta.

En Caramel Huysmans el tema es el erotismo, aunque también es una crítica a la actualidad, ésa en la que miramos más hacia lo externo. De cómo vemos el cuerpo desde lo superficial y cómo exponemos nuestra intimidad en el mundo virtual.

En ese sentido, la exposición se convierte en una invitación directa hacia la profundidad del cuerpo humano, a percibir de cerca los detalles que lo conforman, ver su volumen, sus poros, acercarnos a su textura como metáfora de la complejidad social que muchas veces no percibimos del todo.

Todo bajo un acto de amor y respeto hacia los materiales, en este caso la piel. “Con mis ensamblajes hago una aproximación amorosa a los objetos, pues no los daño. Los objetos de mi obra pueden desdoblarse y regresar a lo que eran antes”, explica Soto Climent. Esto es testimonio de cómo las emociones que surgen en nosotros cambian nuestro estado, pero al final volvemos a ser los mismos.