El Museo del Palacio de Bellas Artes ha estado en estos dos últimos años en una labor por rescatar y rememorar a grandes artistas mexicanos: Federico Silva a Rina Lazo, Flor Garduño y Francisco Castro Leñero, entre otros. Siguiendo con esto, ahora hacen una exposición retrospectiva Señales, de Ángela Gurría, una de las artistas que definirían la escultura moderna en México. Abre el 12 de septiembre,estará hasta el 12 de enero y te decimos qué tal está.
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¿Quién fue Ángela Gurría?
Debemos empezar conociendo un poco de la vida y obra de esta artista. Fue una pionera de la escultura en México, desempeñando un papel clave en la afirmación de las mujeres en el arte moderno del país. Con más de seis décadas de trayectoria, su legado es fundamental para entender las transformaciones estéticas y sociales de su momento histórico.
Se formó con otros grandes maestros del arte como Germán Cueto y colaboró con figuras como Mathias Goeritz. Su obra, inspirada en la naturaleza y con conciencia ecológica, incluye importantes esculturas públicas como el “Homenaje al trabajador del drenaje profundo” y el “Monumento al mestizaje”. Gurría fue la primera mujer en ingresar a la Academia de Artes en 1974 y recibió numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2013.
¿Qué puedes esperar de la exposición Señales?
Se siente como una muestra muy basta, con muchos trabajos de escultura que van desde obras muy convencionales en piedra, y otras que desafían las ideas de la escultura. Además, la museografía del museo hace un gran trabajo para destacar piezas con retroiluminación. Hay alrededor de 160 obras producidas, muchas fotografías que retratan las piezas que no se pueden mover de sitio, como “Homenaje al trabajador del drenaje profundo” que hoy en día sigue en el CETIS 5 al norte de la CDMX.
También nos muestra facetas poco conocidas de la artista, como su amor por el teatro, su enorme talento en la escritura, incluso partituras de otros trabajos. Hay una atmósfera musical tenue a lo largo de la exposición que, sinceramente, suma mucho a la experiencia.
Lo que más nos gustó de la exposición Señales en el Museo del Palacio de Bellas Artes
La última sala fue nuestra favorita, pues se configura como una especie de jardín escultórico, y también es donde sus ideas quedan más claras: el interés en el mundo natural y espiritual, además de las preocupaciones ecológicas y filosóficas plasmadas en Gurría.
Las últimas exposiciones en Bellas Artes se sentían o demasiado convencionales, o con una experimentación fallida como la de Damián Ortega. Esto se siente distinto, ligeramente más refrescante y que te enfrentarás a algo, quizá, hasta emocionante.
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