Música para perros, de Alejandro Páez Varela

Un niño llega a un rancho y se queda a dormir a los pies de la puerta principal de la casa. Primero lo corren a palos, pero vuelve y regresa hasta que es "adoptado" por una vieja cocinera que no tiene nada más que ofrecer que su propia experiencia. Su vida parece simple, pero estará marcada por la violencia que se padece en el norte del país, que si bien está ligada al narcotráfico, hace hincapié en la violencia cotidiana, en la que puedes esperar de cualquier otro ser humano. Incluso la parte "romántica" del libro tiene sabor a derrota y amenaza.

La historia es desoladora, pero Alejandro logra regalarnos un final casi feliz, atando todos los cabos que fue soltando página a página, ligando a los personajes y con un final que sorprende, que invita a esbozar una sonrisa.

Este libro es la tercera parte de la trilogía Los libros del desencanto –los otros dos son Corazón de Kaláshnikov y El reino de las moscas–, pero se pueden leer por separado sin problema alguno, pues sólo comparten una misma geografía y algunos personajes que brincan de una novela a la otra. Aunque lo más probable es que después de leerlo sientas unas irrefrenables ganas de correr a la librería por los otros dos.

Música para perros
Alejandro Páez Varela
Alfaguara, 2013