El inmueble albergó a los jesuitas hasta su expulsión y permaneció abandonado hasta mediados del siglo pasado. Sus muros cuentan desde los viajes de Cristóbal Colón hasta la vida cotidiana novohispana.
El patio de los aljibes es uno de los espacios más recomendables por su conformación arquitectónica y por los 16 óleos del pintor Cristóbal de Villalpando.
También es imperdible el templo anexo de estilo barroco, dedicado a San Francisco Javier, así como los retablos que resguarda.
Cómo llegar: Desde el Distrito Federal hay que tomar Periférico en dirección al norte, y salir por la autopista México-Querétaro hasta el municipio de Tepotzotlán.
En transporte público se puede llegar desde la terminal Buenavista del Tren Suburbano. Hay que bajarse en las estaciones Lechería o Cuautitlán, desde estos puntos hay transporte al municipio.
También desde las terminales de Cuatro Caminos, de la línea 2 del Metro, y El Rosario, de la línea 6, se puede acceder al transporte que conduce al lugar.