“La hembra es el producto de la naturaleza y la mujer el fruto de la civilización”, esta frase, acuñada por Alfonso Karr en el primer congreso feminista en México (1966), sirve como filosofía de este museo y está plasmada en uno de sus muros.
Hace 15 años, la Federación Mexicana de Universitarias (FEMU) presentó ante la ONU este proyecto. Actualmente, esta organización se sigue encargando de la difusión de las actividades del recinto.
Las exhibiciones temporales, que cambian cada tres meses, se montan en el pasillo que te conduce a las primeras cuatro salas del museo. En la planta alta, te da la bienvenida la reflexión: “La ley criminaliza a la mujer que aborta, pero las mujeres no se embarazan solas”.
Muestra una exposición permanente con temas como equidad, principio universal de armonía, cosmovisión dual del México antiguo, libertad y educación. Para darle dinamismo, se cambian continuamente los personajes que la protagonizan; por ejemplo, en las pantallas exhiben videos sobre perfiles de la Virgen María, Josefa Ortiz y Leona Vicario.
Han tenido exposiciones donde cuentan la vida de mujeres trascendentes en la historia, como la maestra Adela Formoso, quien creó la primera orquesta de mujeres en el país, o Palma Guillén, primera mujer hispanoamericana en tener un puesto diplomático.
Cuentan con el Centro de Documentación Clementina Díaz y de Ovado, con más de mil títulos especializados en género y abierto a todo el público. Ya que tienen convenio con la CNDH, PUEG-UNAM, INMUJERES-DF e INEHRM, te pueden ofrecer préstamos interbibliotecarios.
El centro también funciona para presentaciones de libros, conferencias, talleres, conciertos y proyecciones de películas, cuya cartelera difunden en su página web.
El edificio que lo alberga fue sede de la Imprenta Universitaria. Para 2011, la UNAM donó el inmueble a la FEMU, dirigido actualmente por su presidenta y fundadora, Patricia Galeana.