Todos los lunes, un puestito de ensaladas se pone en la acera, afuera de esta enorme casa. Ése podría ser el indicio de que algo interesante está pasando aquí, junto con la cantidad de bicicletas que salen por el portón, la música que se escucha desde la calle, las mamás que acuden con sus bebés o la gente que viene a bailar.
Mi Verde Morada, según explica Sergio Corona, uno de sus coordinadores, es “un espacio de resignificación de la vivienda que propone un esquema más participativo, inclusivo y propositivo. Que tu casa no nada más sea a donde llegas a dormir y a comer, sino utilizar ese espacio urbano para estimular la participación social y el cambio”.
Lo que hacen es incluir a diferentes colectivos para que desarrollen sus proyectos dentro de la construcción. Uno es Enchúlame la bici, a cargo de Óscar Zúñiga y del mismo Sergio, un taller comunitario donde además de reparar, armar y tunear bicicletas, le enseñan a los clientes un poco de mecánica básica. Quienes se lo tomen más en serio pueden unirse al equipo de trabajo, que funciona con un esquema de cooperativa.
La otra gran iniciativa es Ver-d, de Claudia Chávez, que en la azotea siembra plantas comestibles: lechugas, rábanos, jitomates, amaranto, epazote, verdolagas y hierbas aromáticas. Su idea es propiciar el consumo de especies vegetales endémicas, el comercio local y que la gente sepa quién produce el alimento que llevan a la mesa. De aquí se desprende otra idea: Lechugas Cero Kilómetros, con entrega semanal a domicilio de todos los ingredientes necesarios para preparar deliciosas ensaladas, cultivados con los mismos principios. También imparten talleres de agricultura urbana, porque Claudia quiere que este conocimiento se propague por toda la ciudad.
Mi Verde Morada también presta sus instalaciones a un grupo de teatro, a un proyecto de pintura, a una mujer que busca rescatar las lenguas tradicionales mexicanas, a una iniciativa de desarrollo a temprana edad enfocada en el mejoramiento de la relación entre madres e hijos, así como a una banda de son jarocho que también da lecciones de zapateado.
Las puertas están abiertas a los habitantes del barrio, “en especial a chavos sin trabajo y a grupos vulnerados o marginados. Queremos que la gente venga, que se autoemplee, que se capitalice, que aprenda un oficio y que se integre en una idea de economía alternativa. Una economía más solidaria”, dice Sergio.
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Time Out dice
Detalles
- Dirección
- Eligio Ancona 79
- Santa María la Ribera
- México, DF
- Transporte
- Metro Buenavista, Metrobús Manuel González
- Horas de apertura
- Lun-vie 10am-8pm, sáb - previa cita
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