Lo que hace particular a este museo es que fue la casa donde nació, vivió y murió Frida Kahlo. Cuando uno entra a la Casa Azul, se transporta inmediatamente al universo de Frida y dentro de él no sólo se encuentran algunas de sus más famosas obras como Viva la vida y Frida y su cesárea, sino que también hay diarios, vestidos, espejos y hasta su cama. De hecho, en la que fue su habitación se encuentran sus cenizas.
"¿Se pueden inventar todos los verbos? Quiero decirte uno: Yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida".
La Ciudad de México resguarda el legado de grandes artistas mexicanos, como los muralistas Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. La pintora Frida Kahlo no es la excepción.
La vida de Frida Kahlo estuvo marcada por acontecimientos trágicos, como un accidente que sufrió a los 18 años y que le provocó varias fracturas en la columna vertebral. La pintora se rodeó de los grandes muralistas de la época y mantuvo una férrea personalidad transgresora respecto a la política y el género. Todo esto fue plasmado en su obra que André Breton catalogó como surrealista, pero que para ella no fue más que su sentir.
Metafórica, sensible y hostil son adjetivos que le dan personalidad a su trabajo y que la han convertido en una de las artistas mexicanas más emblemáticas en el mundo. Su obra se ha expuesto en recintos como el Museo de l'Orangerie, en París, el Botanical Garden de Nueva York y el Museo de Cultura de Milán.
Conoce los museos de la CDMX que resguardan su obra, como el Museo Frida Kahlo Casa Azul, donde nació el 6 de julio de 1907 y murió un 13 de julio de 1954, de hecho sus cenizas se encuentran en la que fuera su habitación. También descubre espacios como la Casa Estudio Diego Rivera Frida Kahlo, en la que el arquitecto Juan O´Gorman (1932) interpretó las necesidades de Diego y Frida para mezclarlas con sus propias inquietudes y exhibir el resultado en un edificio funcional.