Cortesía: Museo Universitario del Chopo
Cortesía: Museo Universitario del Chopo

Entrevista con el Toluco

Platicamos con Álvaro Detor Escobar, uno de los mayores coleccionistas de fanzines punk quien prestó al Museo Universitario del Chopo sus ejemplares

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Una de las actividades del Museo del Chopo es el rescate y divulgación de la cultura del fanzine, esos panfletos de escaso presupuesto especializados en un tema particular. Álvaro Detor Escobar "el Toluco", perteneciente a la primera generación de punketos defeños de pedigrí, es autor de México Punk, el único libro que cuenta el surgimiento de esta subcultura en el DF en los ochenta. Su trabajo como coleccionista de la memorabilia punketa es tan vasto, que el museo lo invitó a exhibir Kaos D.Fctuoso, su colección que data de 1979 a la fecha, 750 piezas para admirar.

¿Cómo llego el punk a tu vida?
En 1978 yo boleaba zapatos en Parque Lira, en Tacubaya, un barrio frecuentado por los temidos Panchitos. Tenía 11 años y no me dejaban entrar a los toquines de rock en el Salón Chicago, en la Peralvillo, o en la Pista Revolución. Tocaban grupos que hacian covers a Pink Floyd y Black Sabbath. Mis amigos "grandes" decían que yo era la mascota, para que me dejaran pasar. Me gustaba ese rock, pero sentía que le faltaba agresividad, furia, anarquía. En la secundaria, noté que en las tocadas iba gente vestida diferente a los rockeros. Ellos hacían su propia ropa y se colgaban candados. Entonces fui a tocadas de Dangerous Rhythm y Size. Así el punk llegó a mi vida. Gracias a gente de Tepito que se iba de mojada y regresaba con música, tuve mis primeros casetes grabados de punk en inglés (Sex Pistols, Sham 69, Ramones).

¿Cuál fue tu primer fanzine?

En el Salón Golden hubo muchas tocadas punk y ahí la raza te vendía los fanzines. A los 16 años obtuve el primero, se llamaba El falso magazine. El segundo fue La Pared, que lo hacían unos punks de Santa Fe.

¿Cómo has visto la evolución del fanzine?

En los ochenta, los fanzines se hacían con recortes de periódicos, revistas gabachas y fotocopiadoras. Sólo en esos fanzines podías encontrar información de bandas que te interesaban. Hoy esos datos los encuentras a la velocidad de un clic en internet. En los noventa, los fanzines se diseñaban en computadoras; y en los dos miles, los fanzines ya son pequeñas revistas a blanco y negro. La cultura del fanzine se está perdiendo, o mejor dicho, la imaginación para crear un medio se diluye porque en internet lo encuentras todo. Hacer un fanzine era un proceso que requería de una inquietud y entusiasmo de los jóvenes. La gente crece y deja de hacerlos.

Kaos D.F.ctuoso.
Museo Universitario del Chopo.
Mar-dom 10am-7pm. $30. Hasta marzo. 

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