“Desiré Saint Phalle tiene una modalidad de ventanales y no de una galería como tal, donde tienes que tocar la puerta”, dice Omar Cruz García, director de la misma. Frente al jardín Alexander Pushkin, en la Roma, este local de 80 m2 no necesita mayor adorno para anunciar su oferta artística.
El proyecto surge cuando Thierry Desiré y Philippe de Saint Phalle quisieron crear un espacio de arte contemporáneo. Pensaron en Francia como sede, sin embargo, resolvieron finalmente que el mejor lugar sería México por ser un país que está a la vanguardia en arte, cuenta Cruz García.
El espacio puede adaptarse a lo que el galerista, el artista y el curador tengan en mente, desde romper paredes para adaptar la obra hasta lo que hicieron con la expo Ojalá lalala, en la que pintaron en la pared exterior la leyenda “A la carne perdida”. “Algunos visitantes llegaron a preguntarse si se había cerrado la galería para convertirse en carnicería”, comenta el director.
De octubre de 2010 a inicios de 2013 han exhibido muestras como Todas las historias son historias de amor, de Gabriela Rodríguez, Jean-Marie Perdrix, Jerónimo Hagerman, Luis Carlos Hurtado y Marco Rountree; Por su propia seguridad, de Ilán Lieberman; y Ojalá lalala, de Jean-Marie Perdrix, entre otras.