Tomó un hoja y dibujó una aceituna, la llamó Oliverio. Pensó en un adicto al cine y creó a la Vaca Cinéfila. Lo mismo pasó con el Pan Chueco, otro de sus personajes. Esto es sólo ocurrencia de Liniers, el ilustrador argentino creador de Macanudo.
Cuando lanzaste Macanudo, en 2002, era una época políticamente difícil en Argentina, ¿por eso fue exitoso?
Al principio no gustó en los periódicos, porque la gente ya se había encariñado con la historieta anterior. Pero presenté un pingüino jugando con una trompeta, luego otro que jugaba ajedrez. Eran chistes absurdos, humor raro, tierno. El humor necesita un tiempo.
Macanudo juega muy bien con la literatura y la gráfica. ¿De dónde salió la inspiración?
Cuando lees una novela ves la vida interna de los personajes, cuando ves una película ves su piel. En la historieta –cuando está bien hecha– observas las dos opciones. Te puedes conmover con los colores y los dibujos y, al mismo tiempo, con la historia.
Siempre he pensado que Enriqueta es tu personaje más autobiográfico
Cierto, es mi infancia. Yo era un aparato y una señorita. Era más frágil que todos mis otros amigos. En la clase de deportes, me quedaba dibujando. Enriqueta es una persona tímida, por eso nunca aparece con otros personajes, sólo con su gato. Con ella hago memoria de cómo es ver las cosas por primera vez: angustiantes e interesantes; no es fácil ser niño.
Los personajes más entrañables de Macanudo son seres extraños y antihéroes, ¿otra experiencia personal?
Yo era un fracaso con las mujeres y era el tipo que jugaba mal al futbol. Por eso hay un cariño por los antihéroes, los superhéreos nunca me generaron entusiasmo.
Tienes una relación cercana con la música
Todos los ilustradores somos fanáticos de la música porque estamos solos en casa dibujando y nos acompaña. De repente me hice amigo de Kevin Johansen y de Calamaro. Son como de otra estirpe, pero tenemos muchas cosas en común.
¿Qué hay en Macanudo que sirva de referencia en la Ciudad de México?
Podría perfectamente haber hecho Macanudo si hubiese nacido aquí. La ciudad es el lugar donde están todas las opciones. Lo mejor de las ciudades grandes es tener la posibilidad de tener todo y poder frenar para ir a un pueblito. Después enchufarse de nuevo.
Las referencias de Liniers
Liniers dice que hay libros, películas y canciones que admira porque te hacen culto, pero él ama profundamente estas cinco referencias, que a su parecer, lo hacen mejor persona:
1) Woody Allen
2) Monty Python
3) Bob Dylan
4) Quino
5) Saul Steinberg
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