Un parque, un estacionamiento, una gasolinera y hasta un sitio de taxis son parte de las escenografías de este billar. Adentro de una plaza comercial, el espacio está acondicionado con árboles artificiales y sombrillas gigantes que te hacen sentir como en la comodidad de un jardín. Instagrameros, este es su lugar.
Para comenzar pide 10 cervezas por sólo 250 pesos. Si son muchas ni te preocupes, te dan un cupón que nunca caduca para que vuelvas el día que quieras por las que te faltó consumir. La botana consta de nachos o palomitas, aunque te sugiero pedir taquitos urbanos: 20 minitortillas rellenas de carne y pollo, acompañadas con una deliciosa salsa mexicana. Los fines llega temprano (8pm) para que elijas el mejor espacio, porque hay una zona de bancos que te dejarán la espalda tan adolorida como para no levantarte en dos días.
También hay un espacio de sillas en forma de mano, a la Friedeberg. Mejor no te quedes sentado y renta una de las tres mesas de billar (la hora cuesta 60 pesos). En caso de que no te guste, pide al mesero que te lleve juegos de mesa o arma tu reta para el futbolito. Para beber, pide la chela ojo rojo, preparada con salsa inglesa, sazonador, tabasco, clamato, sal y limón.