Cualquiera recuerda el nombre de este lugar después de tomar su tepache una tarde de verano. Con más de medio siglo de existencia, este oasis de la Doctores ofrece frescura ante el desierto en que se puede convertir el DF en tiempo de calor.
La bebida aquí no sólo incluye cáscara y pulpa de piña, eso es para novatos. Al menos dos generaciones de propietarios han perfeccionado una receta secreta que lleva tres días de preparación e incluye varias especias que le dan un color oscuro. Su sabor da para acompañar cualquier opción en el extenso abanico culinario del Mercado Hidalgo, desde la cochinita pibil hasta los mariscos.
El ambiente tradicional del local sirve de marco al tepache e incluye barriles naranjas, despachadores con delantales y vidrio ornamentado en los tarros. Al fondo, un gran sistema de filtración ayuda a los clientes a ahuyentar el mito de que están bebiendo algo insalubre. También hay servicio pa’ llevar en las infalibles bolsas de plástico con popote o, si la demanda lo amerita, en bidones de seis litros.