Aquí bebió Gabriel García Márquez. En sus visitas a México, el Siqueiros Bohemian Bar ha servido como refugio de escritores, cantantes y hasta ganadores del premio Nobel. Debajo del teatro Polyforum, este bar resulta un oasis de tranquilidad en plena avenida Insurgentes.
Te reciben como en casa gracias al servicio de sus meseros, quienes desde la entrada se presentan con apretujón de mano. Se trata del lugar perfecto para una noche serena de pura bohemia y canto. Las paredes están tapizadas de caricaturas y retratos de Luis Carreño, que guardan registro gráfico de algunas visitas al lugar, como las de Sabina y Serrat, quienes suelen relajarse con unos tragos después de sus conciertos.
En un par de ocasiones Rigoberta Menchú ha ocupado al Bohemian para celebrar su cumpleaños con los postres que el chef prepara especialmente para ella.
Para el romanceo, la luz tenue y la música del piano facilitarán las cosas. Arma el plan redondo con una botella de vino chileno o español de la casa. En otro mood, toma el micrófono y, con el pianista haciéndote segunda, entona tu canción favorita, sólo apúntate a tiempo porque la lista de espera puede llegar a ser larga en viernes o sábado.
No esperes mucho de la música, lo que encontrarás será el piano y las voces de aquellos que se creen cantantes por una noche sin temor del qué dirán.
Si la tripa empieza a rugir, nada como unos tacos siqueiros mar y tierra: dos de arrachera y dos de camarón, acompañados de la salsa panchos, receta de la casa. Cuando el amanecer te alcance cantando después de las 2 de la mañana (viernes y sábado), los meseros te consentirán con chilaquiles, cortesía de la casa.