Esta es la nueva base para recetas cocteleras: mezcal + pulque + frutas exóticas. Aquí se ofrece una gama de sabores que pocas veces has probado: xoconostle, zapote negro, maracuyá, chocolate y otros más, macerados, en flotación o curados con mezcales y pulques de producción limitada provenientes de Oaxaca, Michoacán, Durango, Estado de México.
Este acogedor bar apuesta por significar el concepto de coctel, pero a la mexicana. El pulque natural, con el que mezclan absolutamente todo (incluso la comida), es el orgullo de sus dueños, quienes reinventan todo el tiempo las fórmulas tradicionales del beber y rompen los moldes de la gastronomía típica. Su trago consentido, el tlachiquero, contiene pulque, mezcal y miel de agave. Apelan a los sabores reales, a las sensaciones frutales, al balance. Así también en la oferta culinaria, cuyos ingredientes como chapulines, gusanos de maguey y mariscos se sirven en combinaciones atrevidas y muy sabrosas.
La sensualidad de los sabores, el ambiente y la picardía de la carta prolongarán tu estancia. Basta leer el menú para constatarlo: besito endiablado de ostión y mezcal, o chupito de camarón con mejillones, así como el aguachile, son algunos de los platillos con los que consienten el paladar, y la imaginación alburera de uno que otro.
En medio del corredor cultural Regina, con mesas afuera si eres fumador, con rincones íntimos, con una espléndida barra, este lugar es para disfrutar y dejarte llevar por la sensualidad al mismo tiempo dulce y picante.