En esta pulquería no vas a encontrar glamour, pero no por ello hay menos diversión. Lo primero que notas son las fotografías enmarcadas donde casi siempre aparece el mismo personaje, con guantes de box, a veces sobre un cuadrilátero y otras sólo posando su guardia derecha. Es Epifanio Leyva, a.k.a. “el Pifas”, dueño del lugar y exboxeador profesional.
La música proviene de una rocola, en la que por 10 pesos puedes elegir tres canciones de su catálogo que incluye desde Joy Division y Pantera hasta Banda El Recodo y José Alfredo Jiménez. Lo único que no encontrarás (afortunadamente) es reggaetón, si tienes suerte y llegas temprano alcanzarás a escuchar las canciones que elijas antes de que cierren.
El lugar tiene 70 años, aunque ha cambiado de sede y su clientela ha cambiado tanto como su concepto. Al inicio sólo acudía gente mayor e incluso había un “departamento de mujeres” que –como su nombre indica– era exclusivo para ellas, una vieja costumbre de pulquerías de antaño que afortunadamente se extinguió.
Hoy, hombres y mujeres comparten el mismo espacio y la mayoría de los asistentes son jóvenes. En una mesa puedes ver a una chava cool con su tarro de curado de avena y en la mesa de al lado a un grupo de boxeadores retirados contando sus hazañas; por ejemplo, un héroe anónimo que asegura haber vencido a Julio Cesar Chávez en la década de los 80.
Las especialidades de la casa son el baticurado y el bicentenario, cuyos ingredientes secretos sólo podrás probar en viernes y sábados. También hay de avena, piñón, jitomate, guayaba, guanábana, cajeta, etc. Para los rejegos al pulque, también venden cerveza.
Los miércoles son de salsa en vivo y los viernes de rock (el escenario está abierto a cualquier banda que quiera tocar, sólo tienen que apuntarse en la lista de espera). Han tocado bandas como Los Caligaris, Salón Victoria, Antidoping y La Tremenda Korte, entre otros.
Para muestra de su carácter ecléctico: el día de nuestra visita, se encontraba Manuel Corona, vocalista del grupo de ska La Tremenda Korte. Incluso se armó pista de baile y slam para celebrar el cumpleaños de la hija de “el Pifas”. Al final, salsa para bailar. Te garantizamos este lugar sí te dejará un par de anécdotas.