Este lugar ha logrado mantener una clientela habitual gracias al menú, el servicio y su ambiente relajado. Se encuentra ubicado en una casa alejada de la zona más ajetreadra de la Condesa, adaptada para las necesidades del local, por lo que el garaje funciona como una de las áreas principales para disfrutar de la luz del día.
Su menú ofrece platillos de la cocina italoargentina. La especialidad de la casa son las pastas, las cuales pueden acompañarse con las salsas sugeridas por el chef, Fernando Lara.
Otra de las razones por las que el lugar ha logrado cierta popularidad es su bien equipado bar, en el cual presentan jazz en vivo los miércoles por la noche, así como buenos descuentos en la carta de vinos.
La casa tiene una decoración ecléctica con muebles antiguos, extraños objetos que llegaron del pasado a nuestros días y afiches que remontan a otras épocas, llenando de nostalgia cada rincón. La atención es eficiente y cordial, los meseros y el gerente están al pendiente de lo que se necesite.
La clientela está principalmente conformada por gente de la Condesa, en su mayoría jóvenes que buscan buena comida en una atmósfera relajada y desenfadada.