Todos los días son buenos para pecar, sobre todo aquí porque abren diario. El lugar, hay que decirlo, es para ese tipo de citas en las que quieres apantallar, pero sin asustar por lo formal. La ventaja es que podrás encontrar muy buenas botellas por menos de 500 pesos. Incluso dos por ese precio.
Pergunta por Francisco Vega, sommelier del lugar, y su selección del mes. Para comer, la pizza el pecado es de ley por ser su especidalidad: jamón serrano, higo marinado balsámico, queso mozzarella y de cabra. Todo maridado con un vino Jacqueline. El resultado, una noche redonda.