Cocteles en San Ángel, antros, bares, cantinas, vida nocturna, sur de la CDMX, Ciudad de México
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

Antros y bares en San Ángel

Los mejores bares, cantinas y antros en San Ángel

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Descubre los restaurantes en San Ángel con algunas de las mejores propuestas gastronómicas del país, sus museos con arte contemporáneo y los mejores eventos en esta zona del sur de la CDMX. La vida nocturna no se queda atrás, estos son los mejores lugares para irte de fiesta.

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Antros, bares y cantinas en San Ángel

  • Vida nocturna
  • Antros
  • San Ángel
  • precio 3 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Paradiso Club
Paradiso Club

Un contenedor industrial blanco es la fachada de este antro. Su ubicación sobre Insurgentes Sur hace imposible no notarlo y preguntarse qué resguarda. Por la noche deja claro que es un lugar de fiesta, pues la gente ingresa arreglada y recién llegada del precopeo. En la entrada confirmaron mi reservación (sólo manda un mensaje al número que aparece en su facebook). Por dentro el lugar es pequeño y, contrario a lo que emula por fuera, tiene una personalidad fresona. El techo redondeado da la ilusión de estar en subterráneo. Las paredes texturizadas tienen maderas en trozos de diferentes tamaños y dan un toque innovador con aire rústico. Sobre ellas hay letreros neón, mi favorito fue la copa de martini azul en la barra, pero más adentro hay figuras sencillas y brillantes, como unos labios, todos ideales para la foto instagrameable. El resto de luces colgantes van al ritmo de la música. En la tornesa tratan dan gusto a todos los oídos y mezclan entre electrónica, pop y reguetón. El shot de la casa es el paradiso, con vodka, licor de frutas tropicales y chilito, juntos provocan una sensación de hormigueo en la boca. La margarita decepcionó por la falta de sabor, se nota que las especialidades son los shots de sabores fuertes y efectos rápidos. Aún así las cubas y perlas negras son infalibles, al igual que las botellas para cumpleañeros. Como tip, date una vuelta por su página de Facebook donde actualizan promociones. Las de cumpleaños y barra libre para mujeres son las más comune

  • Mezcalería
  • San Ángel
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Archivo Maguey
Archivo Maguey

Una propuesta estricta de México para México. Nacido y crecido en Oaxaca, con mes y medio de apertura, llega a San Ángel el bar donde tomar mezcal es cosa seria: Archivo Maguey. Y es que normalmente estamos acostumbrados a relacionar el mezcal con naranja y sal de gusano, pero aquí no es así, o al menos, va más allá de este dictamen. Al llegar te encuentras con una barra decorada con botellas de mezcales y un cuadro extraño en la parte de enfrente que parece papel arrugado. Una puerta negra te conduce a un lugar oscuro y garabateado con simbologías ancestrales y un letrero que dice “cumbias” detrás de la tornamesa. Las mesas con sus respectivas luces tenues son ideales para ir con una date a bailar, mezcalear y romancear. El propósito es crear un espacio donde la gente aprenda a tomar mezcal de manera tradicional, a disfrutar sus aromas con besitos. La carta la desarrolló Hierba Blanca, una barra de Oaxaca que fusiona herbolaria mexicana con mixología. El tino es mezclarle: la jefita es un coctel inspirado en la margarita, fresco y hecho con sirope de fresa y espadín, o puedes apostarle a un mezcal tobalá sin gran impacto alcoholoso y con notas ahumadas. No tienes que empezar de golpe con este sagrado destilado, puedes calentar motores con las cervezas nacionales. Si vas con hambre prepárate para la tremenda tlayuda que, en verdad, es grande; probamos la de tasajo que venía crujiente, con carne bien cocida y cebollas encurtidas. Brenda Olvera

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  • Vida nocturna
  • Antros
  • San Ángel
  • precio 3 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

No te queremos arruinar la magia de manera tan abrupta, pero este bar oculto se encuentra detrás del refrigerador de las hamburguesas Big Jason’s en San Ángel. Aplica cenar antes de dirigirte a las cortinas plásticas, donde se encuentra el acceso. Como si llegaras a un almacén recóndito, descubres que la decoración industrial de este antro te llevó a la clandestinidad. La música te mantiene bailando con bastante pop y electrónica, digamos que el saundtrack es el clásico de un antro para acelerar las ganas de desmadre. En algún momento de la noche ve a la barra por un gin tonic, los hacen con mano hábil, sobre todo el de frutos rojos. Para facilitar tu entrada reserva una mesa con botella; si eres niña y quieres botella gratis ve con tres amigas más, si vas en quipo mixto pregunta por las botellas que aplican en el 3X2, o bien, si es tu cumpleaños te regalan el pomo que quieras.

  • Coctelerías
  • San Ángel
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Entre Revolución e Insurgentes, al lado de La Bipo San Ángel, se encuentra escondido un bar que apuesta por la atracción de lo oculto. Entré a través de un librero, por dentro había una gran barra de madera y una cantina repleta de mis alcoholes favoritos. Había sillas de madera en forma de cajas y la música era rock en español, con Soda Stereo, Charly García y Los Amigos Invisibles. Los sillones rojos y espejos en las paredes parecían despertar las ganas de venir con la pareja. En esta área la luz era más tenue y la música me hipnotizaba. Es una fiesta que parece estar en lugar clandestino, cual speakeasy, aunque la bebida aquí es deliciosa y legal. Tienen promociones con las que puedes salir de rodillas, pues la carta de cocteles y shots es extensa y hay días de 2x1. Están los tragos coquetos como el cosmopolitan, mojito, manhattan, chocolate martini y gin and herbs, que harán que se te caliente todito, pero te recomiendo que aproveches los shots y le entres a las creaciones de casa como el rapidín con licor de menta, licor de café, triple sec y crema chantilly, el pezones rosados de vodka con crema de whisky, el duende verde de triple sec, ginebra y licor de menta o los especiales como el pedo de gorila. Este bar no le pide nada a los de otras colonias de la Ciudad de México, hay ambiente y música para todos. De pronto encontrarás house, jazz, rock y no se quedan atrás el reggaetón ni el pop, incluso podrás escuchar un dj en conjunto a un sax

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  • Cantinas
  • San Ángel
Cantina La invencible
Cantina La invencible

A tan sólo una cuadra del Mercado de San Ángel se encuentra este pequeño tesoro. Es una cantina que se acopla a su axioma más literario y bohemio, sin perder la identidad de barrio. Hasta sus puertas están aferradas a esas raíces capaces de evocar los tiempos en que San Ángel era un pueblito de las afueras de la capital. Los meseros tienen un fraternal talento para tratarte como si fueras su compadre de toda la vida. Te ofrecen la indispensable botana para saborear los tragos (la carne tártara les queda perfecta). Destacan los cuadros que cuelgan de sus paredes, un deleite de galería en donde pueden verse grabados de Carlos Cuevas, cuyos trazos son un homenaje a la bebida.

  • Cantinas
  • San Ángel
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Después de La Bipo en Coyoacán y La Bipo Roma, llega a San Ángel este concepto de bar de barrio, con toda la carga decorativa de letreros urbanos, como señalizaciones de tránsito y señalamientos del metro que indican hacia donde está la entrada. En el primer piso sobresale una estructura de metal en color amarillo llamada La Chelajería, similar a las cerrajerías que encontramos en la calle, sólo que este es un espacio de chelas y chupes al instante. Al fondo está una combi que en realidad es una barra de servicio y sobre ésta hay un escenario en donde se presentan grupos musicales o djs. Si lo tuyo son los bares deportivos, cuentan con una pantalla gigante para ver los clásicos. En la parte de arriba se encuentra la terraza y un techo móvil que es ideal para las tardes calurosas y con sed. La Bipo es por definición un lugar jovial y también así son los platillos que acompañan a las cervezas, tequilas y mezcales. Si vas entre semana, es perfecto para comer y relajarse en la hora de la comida pues te ofrecen un menú del personal que incluye una comida completa. Probé una de las sugerencias del mes, un pulpo al chiltepín y el clásico atún tartar de La Bipo. Un delicioso aroma cítrico anunció la llegada del pulpo, estaba rebanado y acompañado de papas de cambray salteadas con ajo, chile chiltepín y rebanadas de aguacate fresco. Le puedes indicar al mesero qué tan picante lo quieres. Después llegó el tartar; los cubos de atún fresco estaban marinados en una picosa vinagreta de ajo

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  • Billares
  • San Ángel
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Billar Inn
Billar Inn

Cuando un profesional juega billar y uno lo observa se nota la estrategia, la paciencia, la técnica y la decisión. Es un pasatiempo que muchos toman muy en serio: “no es atinarle a un punto en especial de la bola blanca, como muchos piensan, hay muchísimas cosas que están pasando en la mesa y cualquier descuido te puede costar el juego”, me dijo Alberto Fragoso de 22 años, con una expresión grave y después de platicarme que en sus vacaciones puede pasar hasta 80 horas a la semana jugando al billar. Como él, llegan a Billar Inn muchos deportistas con el espíritu hambriento, sediento y competitivo. Conocí a Alberto en este billar de San Ángel, uno de los más clásicos y en donde acuden desde los más “pros”, de varias generaciones, hasta simples mortales. A fin de cuentas es un deporte divertido y que parece fomentar la integración de los grupos y el trabajo en equipo. Billar Inn es un espacio grande, parecido a una bodega con el techo laminado y elevado. Tiene 12 mesas para jugar billar (pool y carambola) y otras en donde puedes sentarte a comer, beber o echar una partida de ajedrez. La iluminación es tenue, pero lo suficientemente gentil con el ojo del billarista. Si vas un viernes, cuando organizan sus noches de pool y carambola, el ambiente se siente muy profesional, pero también estamos los que sólo queremos una cerveza con clamato y una hamburguesa con papas. Después terminarás tomando algunas lecciones de billar en el área de mesas. Haz equipo con tus amigos y ven un sábad

  • San Ángel
  • precio 3 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Un nuevo bar de gin y hip hop se esconde detrás de un librero en Av. de la Paz. ¿Cómo? Resulta que uno va caminando por San Ángel cuando ve un pequeñísimo bar con un cadenero junto a las repisas de libros. Después de que confirman que tienes reservación, entras a una gran bodega con luz baja rojiza (pero de buen gusto), bombillas en el techo que prenden al ritmo del hip hop, ductos de aire metálicos, letreros neón y muchos, muchos Darth Vaders. Este es Lewinsky, el nuevo bar fresa del sur.No es que sea un speakeasy, pues el nombre está en la entrada, pero juegan un poco a que lo es. Por ejemplo, el rollo para reservar es muy misterioso, pues tienes que escribir en Facebook y esperar a que te manden un inbox para hacer la reservación por mensaje de texto.Como el lugar de hecho es un gin joint, ya adentro, entre beats de Kanye West, Kendrick Lamar, J. Cole o Wiz Khalifa mezclados con electrónica, podrás precopear con cocteles enfocados 100% en la ginebra servidos en grandes copas. Los mejores son el detroit (gin, oporto blanco, jarabe de romero y agua tónica) y el supersoul (gin, licor de mandarina y jarabe de cardamomo).Sin embargo, para anunciarse como gin joint, tienen muchas áreas de oportunidad. Por ejemplo, de las ocho opciones que había disponibles, las cinco que probamos eran muy dulces. El killah (gin, frambuesas, fresas, hierbabuena, jarabe de romero y soda) tenía un sabor artificial y perfumado; y tuvimos que regresar el topnotch (gin, licor de zarzamora y ginger ale

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  • Antro
  • San Ángel
  • precio 3 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Sobre Citizen Kane me preocupaban dos cosas: su ubicación y su nombre. Lo primero, porque Avenida de la Paz —refugio clásico de los noctámbulos sureños— suele tener una vida nocturna activa, pero irregular en calidad. La posibilidad de que este bar/antro fuera malo, era un volado temible. Mi segunda preocupación reforzaba la primera. Citizen Kane es una de las joyas más brillantes de la historia del cine y si el lugar, tan atrevido para ostentar ese nombre, no resultaba bueno, ardería Troya en mi interior. Por suerte, no fue así. Citizen y Kane (el primero un bar y el segundo un antro dentro de ese bar), resultaron una sorpresa positiva, sobre todo para los fresas sureños de más de 25 años. Citizen, con una decoración súpergringa de los años veinte, tiene ese toque decandente-glam de la época de la Prohibición que nos tiene encantados a todos últimamente. Sus paredes de ladrillo con simulaciones de anuncios viejos pintados en ellas y su luz baja, recuerdan el imaginario de la noche de Chicago y Nueva York. Es perfecto para la cena y el precopeo. La especialidad de la casa es, naturalmente, americana. El skirt steak, jugoso y suave, es excelente, pero en general basta con unas alitas para acompañar cocteles frescos como el jebediah (pepino, albahaca, extracto de uva y mezcal) y el jimmy gin (gin tonic con miel de agave y romero). La música electro permite la charla, pero va empujando a todos al baile y es ahí cuando la dualidad del sitio entra al juego. Si los ánimos fiesteros

  • Vida nocturna
  • San Ángel
  • precio 2 de 4

Me dijeron que era un cabaret, pero en realidad es un restaurante-bar-centro de espectáculos inspirado en un cabaret, que es otra cosa. Lo advierto para que no imagines algo como el Barba Azul, lo cual hubiera sido extrañísimo encontrar en San Ángel. Monkis es más “fresón”, por decirlo de alguna manera. Su decoración no es sórdida como la de los cabarets clásicos, sino bonita, con maderas y metales que le dan un estético toque urbano-industrial. El lugar está bien para tomar unos tragos mientras ves un show (hay música en vivo y, los miércoles, stand-up comedy) y luego irte a algo más “denso”. Aunque tienen intenciones mixológicas, lo mejor es pedir tragos largos, como gin tonics o cubas, porque falta que le echen más ganas a los cocteles. El vodka con uvas y jengibre –con Absolut Ruby Red, uva verde (dos, ensartadas en un palillo), jugo de limón, jengibre caramelizado (al mío no le tocó) y ginger ale–, por ejemplo, lo sirven muy desganado, sin una decoración linda ni nada. No es que sepa mal, pero “meh”. Lo mejor es sentarse en la terraza, porque ahí la gente está más prendida. La zona de mesas, que de inmediato invita más a cenar que a botanear, puede aislarte un poco de la diversión. Como el volumen de la música no es tan apto para platicar, no es un lugar muy cómodo. Así que ya sabes: gin tonics en la terraza y ya. Excepto que vayas a ver un show en especial, caso en el que sí te conviene una mesa. El servicio es muy rápido y eficaz, detalles que mejoran la experiencia en

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