Qué tomar: Mazapán martini (vodka, mazapán, Frangelico y un toque de licor de café).
Qué tomar: Mazapán martini (vodka, mazapán, Frangelico y un toque de licor de café).
Qué tomar: Cerveza bien fría.
A un lado de la boutique de Louis Vuitton hay una pequeña puerta. Si la cruzas, un pasillo, y al final de este, un elevador. Lo que sigue es puro confort: el Bar Tomate se siente como estar en la casa de un amigo. Relajado, apto para conversar y con buenos gin tonics, es un lugar perfecto para terminar la tarde. Lo mejor es sentarse en la barra, cerca de la ventana, para poder ver el caos citadino del que ya se ha escapado. La decoración es minimalista pero acogedora. Hay plantas por doquier, lo cual se agradece en una capital en la que el gris parece ser el color dominante.
Qué tomar: London Nº1 (Ginebra, limón y vainilla en rama con agua tónica).
Ya no es un secreto que debajo del restaurante mexicano La Surtidora, hay un speakeasy fantástico; pero no importa. Si lo saben los amantes de la coctelería, que lo sepa el mundo. El ambiente de la época de la prohibición está presente todo el tiempo y las buenas veladas están garantizadas. Algunas noches hay jazz; otras, shows de stand-up. Es un lugar perfecto para olvidarte del mundo. Con un buen coctel en mano, y arropado por su elegancia y oscuridad, sentirás que en lugar de bajar a un sótano, has subido al cielo de los bares.
Qué tomar: La carta es extensa y maravillosa, pero lo mejor es preguntarle al mixólogo su recomendación del día.
Ya es difícil imaginar Polanquito sin Limantour. Desde que abrió en 2013 estaba destinado a ser un clásico y ahora es una parada obligada. Además de una carta de coctelería sorprendente e impecable, hay buena comida (el salpicón de pato les queda muy bien). La música va mejorando conforme avanza la noche. Se temería que su ubicación lo convirtiera en un after-office, pero no es así. El ambiente es tranquilo y embriagador literal y metafóricamente hablando. Siempre quedan ganas de pedir otro coctel, así que es de esos sitios a los que, una vez que fuiste, siempre vuelves.
Qué tomar: Bohemian tonic (Ginebra, Becherovka, canela, un toque de toronja y agua tónica).
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