Los antros más cool de la CDMX

Por más de dos décadas, su piso ha atestiguado los mejores pasos de la urbe dentro de sus círculos de dance-offs. Ahí, todo tipo de personajes de la ciudad –bailarines, hipsters, fresas, rucos y taxistas– se unen por el amor al desgaste de suelas. Lo mejor es ir en las noches de los ochenta, noventa y dos miles, que son mucho más amigables que las intensas de high energ. 

Al ser ideado por jóvenes que querían un antro donde la música no fuera el mismo techno-pop de siempre ni el R&B regguetonero clásico del springbreak sino nuevas propuestas que aterrizaran géneros como el electro, dubstep y hasta rock en la pista de baile, la vibra desenfadada y cool que encuentras en Rhodesia es perfecta para pasarla a gusto bailando y echando drinks (los famosos Chupitos de $35 son un must). Hay que estar pendientes de su cartelera pues traen a los mejores djs a presentarse.

Es una casona en donde suena música electrónica. Hay un área totalmente neón con grafiti y una barra al centro con rayones caóticos en tintes que reflejan la luz negra. Encontrarás esculturas y todo tipo de arte urbano, al descender encontrarás el área destinada a bailar house y techno.

Cada fin de semana, este pequeño lugar, alberga noches épicas de baile, excesos y diversión. La música cambia con el dj en turno, pero los set lists más exitosos son los que van desde los clásicos de Michael Jackson y Madonna hasta los beats más hot del momento. 

Llegas a eso de las 12pm. Quizás haya fila para entrar. No importará si te formas o no, el punto es estar en la lista o citar el nombre correcto para ser bienvenido al club de la escena alternativa citadina. Las puertas de la casona centenaria en la Juárez se abrirán para revelar unas escaleras y motivos afrancesados.

Por 20 años, el Bulldog Café ha sido considerado un lugar casi de culto, al que debes ir por lo menos una vez en la vida. Por su escenario han pasado bandas de la talla de Guns N' Roses y cada noche podrás disfrutas de lo mejor de la escena musical nacional o bandas tributo a grandes de la música, como Metallica o Queen.

En este antro que ocupa una casa colonial de la Juárez, la música electrónica, el arte y el teatro convergen en una noche espectacular. Tienen un dj booth, que simula un Partenón iluminado al estilo marquesina con intensos destellos que bailaban al ritmo de los beats del house. Cada fin de semana hay un dj invitado.

Alguna vez el Bulldog Café fue el amo y señor del ámbito nocturno rockerón. Hoy, esa dictadura se ha perdido, dando lugar a otros bares como El Imperial para albergar noches de excesos y diversión protagonizadas por música rock y un poco de electrónica mezclada por DJs nacionales e internacionales, así como tocadas de bandas emergentes o de renombre. 

Es un club de tres pisos con más de 10 años marcando tendencia en la música electrónica. Después de subir unas escaleras de caracol es donde sucede toda la magia: hay mesas translúcidas que cambian de color y te guían hacia el dj booth al fondo. El techo y las paredes de la pista de baile están cargadas con efectos de luces LED multicolor, a esto se le suma la precisa capacidad y ecualización del equipo de sonido (de los mejores de la ciudad). 

Parada básica en la vida y en el desamor. ¡Que fluyan los tequilas! ¡Desgastemos las cuerdas vocales con las de José Alfredo Jiménez! ¡Que estallen los chiflidos y aplausos espontáneos! Hay mariachis para pedir canciones y antojitos mexicanos para picar. Un templo mexicano que, si bien por su historia y su fama tiene precios más altos de lo que debería, también es cierto que hay que ir al menos una vez en la vida.