Cuando se creó no contaba con nombre, así que los vecinos de la zona lo llamaban “Parque de la Pagoda” debido a los detalles orientales que posee como su arco, puente y el pequeño lago. Su asiático encanto logró que en 1952 fuera una de las locaciones de la película El señor fotógrafo, de Cantinflas. Durante unas décadas estuvo olvidado, lo que provocó que desapareciera su laberinto circular hecho con arbustos y se quemara una parte. En 2015 el espacio fue rescatado y se le dio el nombre de Parque Masayoshi Ohira, en honor al primer ministro de Japón de 1968 a 1969, quien se convirtió en el primer político japonés en visitar nuestro país.
De entre los mejores parques de la Ciudad de México te presentamos tres que son secretos bien guardados. Un jardín que te hará sentir en Japón, un lugar celestial en San Ángel y una de las joyas de Lindavista.