La ciudad en cuatro ruedas

Este pequeño espacio de concreto –que en algún momento estuvo destinado a ser una fuente– es muy bueno para chicos que apenas se inician en el skate. Cuenta con rieles, cajón y un bowl con mayor superficie plana que inclinada.

Las pendientes ubicadas en los bordes del espacio no son ni muy pronunciadas, ni muy altas. Estas características lo convierten en un muy buen lugar para que tus hijos aprendan y perfeccionen trucos de suelo, como ollie, shove-it o footplant, y poco a poco ir aumentando la dificultad hasta llegar al lip.

Actualmente, hay estructuras de madera y acero en el centro del parque que pueden usarse como bancas o rieles. Además de su ubicación de fácil acceso y mucha tranquilidad, este parque tiene la ventaja de que tu pequeño puede disfrutar mientras tu lo observas sentado en una banca bajo la sombra de los árboles.

En el área de canchas deportivas del Parque Bicentenario encontrarás esta zona reservada para patinetas.

Cuenta con un amplio bowl, escalones y varias rampas de concreto con diferentes pendientes.

Si bien la profundidad del bowl y las pendientes de las rampas pueden ser retadoras para niños muy pequeños o con poca experiencia, los escalones pueden ser muy buenos para que practiquen trucos más sencillos, como el 50/50 o incluso el nosetall.

Además, puede ser un muy buen lugar para que tus hijos se inspiren con los trucos que hacen los chavos más grandes que allí se reúnen y ganen confianza para continuar practicando hasta dominar el parque.

Si tus hijos ya dominan los trucos de suelo y necesitan retos mayores, el bowl del Majestic puede ser lo que necesiten.

Las lisas superficies de madera, rampas pronunciadas y columnas en medio del parque, pondrá a prueba sus habilidades. Se permite acceso a niños de cualquier edad, pero es indispensable que sus representantes estén con ellos en todo momento. Aquí puedes olvidarte del clima, ya que su ubicación al interior de un edificio, permite que pueda ser usado así afuera llueva torrencialmente.