Nada mejor que saber que tus hijos aprenden a ser ordenados mientras trabajan en equipo, se plantean una meta y se divierten en el intento. El futbol americano es buena opción si quieres que tu niño practique un deporte que, desde pequeño, le forma un espíritu de liderazgo, responsabilidad y perseverancia. Aquí el punto es conseguir el éxito o aprender que el fracaso es una oportunidad para intentarlo una vez más. Aunado a los beneficios sociales, el simple hecho de ejercer desde corta edad un deporte de contacto, ayuda a fortalecer los músculos, aumenta la probabilidad de seguir con los buenos hábitos de salud en el futuro, y en el caso de los más pequeñines, estimula la velocidad de reacción, la coordinación motora y la visión periférica.
Se recomienda que la práctica de este deporte inicie a los ocho años, edad que por lo regular se requiere para ingresar a la categoría infantil más pequeña. Sin embargo, existe la opción de la preinfantil, conformada a su vez por tres subcategorías donde tus hijos de seis a ocho años podrán jugar. Arturo Perafán, presidente de la Liga de Futbol Americano Grupo de los 7 (LFA-G7), nos explicó que mientras en preinfantil se inculca la participación de los niños, en la infantil se desarrolla más el sentido de la sana competencia. En el DF existen diversas ligas de las que se puede formar parte. Unas sólo tienen equipos en la Ciudad de México y área metropolitana. Otras cubren todo el territorio nacional, por lo que si tu hijo se encuentra en alguna de estas últimas, deberá viajar a provincia para jugar sus encuentros.
En relación al uniforme, no te preocupes. Cuando forme parte de un equipo, te darán la posibilidad de adquirirlo, de acuerdo a la posición que le corresponda jugar.
Tu hijo debe estar comprometido, pues los entrenamientos comienzan desde finales de año y se realizan cada fin de semana y en vacaciones de verano. Ya en la temporada, practican de lunes a viernes dos horas diarias.
La duración varía de acuerdo a la liga a la que pertenece el equipo en el que inscribiste a tu hijo, pero por lo regular se desarrolla en cuatro meses, donde se enfrentan pequeños de ocho años en adelante, desde la categoría Tiny tot o Rabbit, hasta la Bantam o Pony.
Así que no lo pienses más, tal vez tengas una futura estrella el Super Bowl en tu casa.