Para muchos niños, aprender a andar en bicicleta es uno de sus primeros logros. No sólo es una satisfacción enorme, también les permite experimentar una sensación de libertad e independencia que ayuda a fortalecer el autoestima y fomenta el uso de la imaginación.
También es una buena manera de promover la actividad física. Un paseo dominical por Reforma es una opción divertida para combatir la obesidad y otras enfermedades provocadas por el sedentarismo.
Lo primero que necesitas es encontrar una bicicleta adecuada para tu hijo. Un error bastante común es comprar una grande, con la idea de que así la aprovechará por muchos años. Lo mejor es escoger una que vaya de acuerdo a la estatura y al largo de sus piernas. Es importante que pueda apoyar los dos pies en el suelo al estar parado.
Tu hijo es quien va a usarla, ¡es importante que le guste!, será el caballo de tu princesa o la nave espacial de tu viajero intergaláctico. Personalízala con accesorios. Que el niño elija un timbre, luces o calcomanías.
Considera tu inversión. Es mucho más que un simple juguete. No te vayas por la más barata ni por la más cara. Busca una que sea de buena calidad y a buen precio. Una de mala calidad no les va durar ni para el arranque.
Existen dos opciones para aprender a andar en bicicleta. La manera tradicional, buscar una y adaptarla con las famosas rueditas o empezar con una de balance (sin pedales).
Lo primero que se tiene que aprender es a mantener el equilibrio y a controlar la bicicleta. Por eso, si tu hijo aún es pequeño, es recomendable comenzar con una de balance. Hay bicis de este tipo de diferentes tamaños, para niños de uno a cinco años.
Existen muchas tiendas en la ciudad, pero sin duda el lugar donde podrás encontrar el mayor surtido de bicicletas para niños es en San Pablo, en el Centro.
Después de haber encontrado una perfecta, es hora de andar en ella. El lugar ideal para comenzar debe ser tranquilo, con pocos obstáculos, poco tránsito y plano. Lo mejor es ubicar un rincón en algún parque. De preferencia hacerlo temprano, cuando no hay mucha gente.
Antes de aprender a pedalear hay que dominar el equilibrio, dirigir y frenar la bicicleta. Si compraste una con pedales, puedes retirarlos y bajar un poco el asiento para que tu hijo use la bicicleta como si fuera de balance.
Cuando tu hijo tome confianza es posible colocar de nuevo los pedales para que aprenda a impulsarse con sus pies y a toda velocidad.Recuerda que cada quien aprende a su propio ritmo. Hay niños que lo hacen en cuestión de horas. Otros necesitan algunos días.
El mejor consejo es tomarlo como un juego. Ten paciencia y disfruta de un momento divertido en familia.