El faro
El primer espacio está destinado a maestros y profesores. Ellos pueden encontrar técnicas, actividades y contenidos de fácil implementación en sus salones de clases.
No son pocos los niños que creen que el dinero se fabrica en los cajeros automáticos o que se lo dan a sus papás por formarse en una fila de banco
Es muy frecuente escuchar a los adultos decir que hablar sobre dinero con los niños es convertirlos en pequeños monstruos materialistas. Estas situaciones son signos de que en nuestra sociedad, niñez y dinero no deben mezclarse. Pero, hazte las siguientes preguntas: ¿cuántas veces al día utilizas dinero?, ¿cómo organizas tu presupuesto para comprar comida, pagar servicios y divertirte? y ¿qué factores tomas en cuenta para decidir a dónde ir de vacaciones con tu familia? ¿No son estas decisiones a las que deberá enfrentarse tu hijo cuando sea adulto? ¿No crees que si aprende desde pequeño le irá mejor cuando tenga que hacerlo por sí mismo?
De acuerdo con UNICEF, "promover la educación financiera y una cultura financiera positiva en los niños y los jóvenes es esencial para asegurar una población educada en finanzas que sea capaz de tomar decisiones con conocimiento de causa". Es decir, que para tomar las decisiones relacionadas con el dinero que los adultos enfrentamos diariamente y evitar cometer errores que les costarán caro, es importante que inculquemos sólidos valores y que les demos la oportunidad de adquirir hábitos financieros. Precisamente para abordar estos temas, a partir de mayo el Museo Interactivo de Economía pone a disposición de niños y adultos, un espacio lúdico llamado "Valores de futuro".
El primer espacio está destinado a maestros y profesores. Ellos pueden encontrar técnicas, actividades y contenidos de fácil implementación en sus salones de clases.
Los niños utilizan lupas, microscopios y otras herramientas para analizar monedas de varios países. A través de este reconocimiento, podrán conocer las cosas que tienen valor en esas culturas.
Los niños fijan objetivos a corto, mediano y largo plazo, y aprenden nociones sencillas de planeación administrativa –como el ahorro– que los ayudarán a conseguir sus metas. Como parte de la actividad, los menores se colocan tatuajes temporales relacionados con los objetivos definidos por ellos mismos.
A través de actividades como las que ofrece el MIDE, los adultos ayudamos a que los más pequeños comiencen a relacionarse de manera reflexiva y consciente con el dinero. Así, cuando estén grandes y tengan que administrar un presupuesto familiar, adquirir un bien o gerenciar una empresa, contarán con las bases que les permitirán comportar- se responsablemente.
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