Los equilibristas

Un grupo de 14 personas aguardan en el escenario para narrar un acontecimiento que sacudió a su pueblo durante la Revolución Mexicana.

La historia cuenta la disputa entre dos bandos: uno liderado por un falso Zapata; el otro, comandado por federales bajo las órdenes de Porfirio Díaz.

Este montaje original del dramaturgo David Gaitán plantea una mirada poco ortodoxa del movimiento armado de 1910.

Aunque los personajes no tienen conciencia de las implicaciones políticas y sociales de la lucha, se sienten fascinados porque algo distinto ocurre en el pueblo. Así, los conceptos de justicia y libertad que se expresan son reemplazados por los de asombro e ignorancia.

La dirección de Damián Cervantes descifra la narrativa con una propuesta escénica en estilo de falso documental, en la que cada personaje da su versión a través de breves testimonios.

Las visiones de los pobladores sobre el enfrentamiento son variadas: desde ser excitante y decepcionante hasta ver la situación como una oportunidad para convertirse en un héroe de guerra.

El ambiente que se genera en escena se asemeja al de un camposanto en el que los personajes parecen estar muertos. Para el robusto grupo de actores, unas cuantas sillas y velas son suficientes para contar esta historia de agitación bélica.