Chema Yazpik (Foto: Cortesía de la producción)
Foto: Cortesía de la producción

Las mejores obras de teatro de 2014

El escenario vibró con increíbles estrenos y puestas en escena que regresaron para cautivarnos. ¡Gracias a todos los que participaron para elegir lo mejor de este año!

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Este año disfrutamos de puestas en escena de gran calidad y que provocaron cascadas de aplausos en los teatros de la ciudad.

Para reconocer el trabajo de los actores, directores, dramaturgos y todos aquellos que logran la magia en el escenario, convocamos al público a elegir a sus obras preferidas de 2014.

Gracias a todos los que se sumaron a esta iniciativa y felicidades a todos los nominados.

Top 10 Time Out México

Aquí y ahora. Dir. Hugo Arrevillaga.

Si de dramas se trata, Arrevillaga es un experto y lo demuestra de nuevo con esta puesta en escena original de Catherine-Anne Toupin.

Se trata de un texto sumamente difícil que el director Hugo Arrevillaga aprovecha para demostrar lo lejos que está de caer en los conformismos y repeticiones que el éxito pudiera sugerirle.

El amor de las luciérnagas. Dir. Alejandro Ricaño

María, llena de melancolía por una ruptura amorosa, emprende un viaje a una pequeña ciudad en Noruega para refugiarse de sus recuerdos.

Bajo la dirección de Alejandro Ricaño, la obra retrata a una mujer que llega hasta el fin del mundo para darse cuenta de que debe reencontrarse.

La historia, divertida y conmovedora, se amalgama perfectamente con la escenografía. Del techo penden decenas de focos que recuerdan esa luz que emiten las luciérnagas, como los recuerdos intermitentes que invaden esta puesta en escena.

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Tío Vania. Dir. David Olguín

En la década de los setenta, Ludwik Margules realizó un montaje de Tío Vania que aún retiembla en la historia del teatro mexicano. Uno de sus discípulos más aventajados, David Olguín, aprovechó la invitación que Teatro UNAM le formuló el año pasado, para presentar un Chéjov que si bien rinde tributo a su maestro, también ajusta cuentas con la devastación que sufre el ser humano y su entorno en el nuevo milenio.

Seuls. Dir. Wadji Mouawad

Wadji Mouawad es sin duda uno de los máximos representantes del teatro contemporáneo.

Conocimos sus textos gracias a la compañía Tapioca Inn y al director Hugo Arrevillaga que montó la tetralogía La sangre de las promesas (Incendios, Bosques, Cielos y Litoral).

Este año pudimos ver en acción a Mouawad en la puesta en escena Seuls, obra que él mismo escribe, dirige y actúa, en la que mezcla la realidad con la ficción para retratar su propia vida.

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Almacenados. Dir. Fernando Bonilla

Todo queda en familia. Héctor Bonilla actúa al lado de su hijo Sergio y ambos son dirigidos por Fernando, hijo también de Héctor. Esta ilustre familia de personas bien arraigadas a los escenarios llevan a escena una obra escrita por David Desola, joven y premiado autor español, pluma fundamental de una renovada dramaturgia en su país. La historia es minimalista, es decir, no hay tramas enredadas, ni eventos escandalosos, ni grandes suspensos, ni héroes extraordinarios u obstáculos imposibles.

Los Equilibristas. Dir. Damián Cervantes

Este montaje original del dramaturgo David Gaitán plantea una mirada poco ortodoxa del movimiento armado de 1910.

Aunque los personajes no tienen conciencia de las implicaciones políticas y sociales de la lucha, se sienten fascinados porque algo distinto ocurre en el pueblo. Así, los conceptos de justicia y libertad que se expresan son reemplazados por los de asombro e ignorancia.

La dirección de Damián Cervantes descifra la narrativa con una propuesta escénica en estilo de falso documental, en la que cada personaje da su versión a través de breves testimonios.

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El principio de Arquímides. Dir. Diego Del Río

El director Diego del Río montó esta obra, ganadora del Premio Born en el Festival Grec, que trata sobre un aparente caso de pederastia.

Un tema complicado que es resuelto en escena gracias al gran trabajo actoral y a que más que buscar lapidar a los culpables, provoca reflexiones en el público.

Riñón de cerdo para el desconsuelo. Dir. Angélica Rogel

A través de los diálogos, el dramaturgo Alejandro Ricaño abraza al autor irlandés con este franco homenaje a él y, obviamente, a su obra capital Esperando a Godot. Como el mejor Teatro del Absurdo (así fueron etiquetadas las obras de Beckett), entre más carcajadas incrédulas provoca, más penetra en el desencanto que habita en cada uno de nosotros, sin importar si comprendemos todos los referentes teatrales y literarios con los que el autor sazona su riñón de cerdo.

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Tom en la granja. Dir. Boris Schoemann

Vacío, soledad, rabia… Sentimientos que inundan esta trama regida por la mentira. En un juego de equivalencias y reemplazos, el director Boris Schoemann nos introduce en la psique de Tom (Pedro de Tavira Egurrola), quien poco a poco teje una relación de codependencia con Francis (Leonardo Ortizgriz), Agathe (Verónica Langer) y Sara (Alaciel Molas), personajes creados por el dramaturgo quebequense Michel Marc Bouchard.

De Tavira y Ortigriz nos acorralan con el dolor físico y mental que experimentan sus personajes. Gracias a su experiencia en los escenarios, logran intimar con el espectador, llenando el foro con una tensión que quizá éste quisiera parar, pero que puede soportar un poco más.

El misántropo o el violento enamorado. Dir. David Olguín

Lo que el dramaturgo francés recrea alrededor de 1666, Carmina Narro lo adapta a la actualidad. El puente entre ambos autores lo da la visión que el director David Olguín le imprime al texto dramático. Olguín plantea a partir de la conjunción Molière–Carmina Narro, lo que sucede en la llamada era del vacío.

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